Un sumiller es un profesional que se ocupa de elegir y servir los vinos.
Esta figura imprescindible en el mundo de la hostelería exige un gran conocimiento y el desarrollo de una gran sensibilidad para acompañar la gastronomía con la bebida adecuada. La función del sumiller no es limitarse a servir; su tarea también es facilitar al cliente la intención de descubrir el placer de la degustación y el disfrute de la cultura del vino.
Su conocimiento pone también a disposición de los camareros, jefes de cocina y gestores de negocios, toda la información acerca del producto y los abordajes adecuados para ofrecer al cliente una experiencia única.
La labor del sumiller es esencial en relación a la cantidad, calidad y diversidad de vinos con que cuenta un establecimiento de restauración. Sus habilidades para emparejar los vinos con los alimentos, según el contexto de la comida o cena, son decisivas para obtener una atmósfera acorde con la situación. De hecho, no cabe duda de que su contribución es fundamental para crear un experiensairegular y sentirse como en casa. El sumiller debe tener un conocimiento detallado de las variedades de uvas y vinos disponibles para ofrecer al cliente una opción amplia y variada. Mientras se construye su habilidad, el sumiller adquirirá percepciones de los almacenamientos correctos y la correcta manipulación y servido de los vinos. Es también responsable de coordinar el almacenamiento de la cana de vino para garantizar que las categorías seleccionadas se encuentran siempre en las mejores condiciones. Su labor comienza a diario con el control de los vinos, la gestión de su tratamiento, la preparación para la degustación y la búsqueda de nuevos lotes para completar o actualizar la lista de vinos.
La gestión de la lista de vinos de una unidad de restauración es una de las principales responsabilidades del sumiller. Seleccionar los vinos con cuidado, acudiendo a catas y encuentros con productores y distribuidores, asegurar una adecuada ge-stión del precio y mantener la lista actualizada se convierte en algo imprescindible para el éxito de la carta de vinos de un establecimiento.
El sumiller también se encarga de organizar eventos relacionados con el vino y sus viñedos.
Esta implica crear experiencias gourmet con los mejores vinos que se está degustando en el mercado.
También promocionan sus productos, ofrecen degustaciones y brindan asesoramiento a los amantes del vino.
Un buen sumiller debe contar con herramientas tales como un paladar agudo, una mente creativa y una actitud abierta a descubrir nuevas variedades de vinos. Su trabajo exige una gran responsabilidad, con una parte importante dedicada al seguimiento de novedades en el mundo del vino y la continuación de la formación. En definitiva, aunque el trabajo del sumiller exige un alto grado de responsabilidad, su trabajo es vital para ofrecer al cliente la mejor experiencia de degustación de vinos. Debe ofrecer una experiencia inolvidable en la que el vino sea bien equilibrado con la comida. El sumiller debe ser práctico y creativo en su trabajo y dar su mejor recomendación para cada comensal, para que sus sabores sean combinados adecuadamente.