La sexualidad binaria en términos generales se refiere a la concepción de la sexualidad como si fuera un par bi-dimensional. Esto significa que hay dos opciones únicas, predeterminadas y universales para calificar la sexualidad de cualquier persona, que son `hombre` o `mujer`. Los roles de género asociados con estas dos categorías de género se defienden normalmente como el hombre como cabeza de la familia, el líder, el protector y el proveedor, mientras que la mujer se vincula a los roles tradicionales pasivos de madre, ama de casa, y docilidad.
Esta concepto de la sexualidad binaria incluye la presuposición que la orientación sexual de una persona se relaciona directamente con el sexo genético de la misma. La opción binaria para la sexualidad tiene sus raíces históricas en los prejuicios médicos del siglo XIX. Estos prejuicios se basaron en la idea de que los hombres y las mujeres debían cumplir con los roles y los roles de género de su género para asegurarse de una sociedad saludable.
Como resultado de estos esquemas de pensamiento, los énfasis fueron puestos en la masculinidad y feminidad como un eje ordenado y jerarquizado. Esta jerarquía estableció una cisnormatividad, esto quiere decir que algunas personas se vieron como más cercanas a ciertas opiniones, creencias y formas de comportamiento basadas en su sexo generado biomédicamente.
Esta forma de pensamiento binario reforzó los estereotipos existentes para cada sexo.
Por ejemplo, los hombres fueron herederos de los trabajos más prominentes de la era industrial, mientras que las mujeres quedaron relegadas a ser inferior a sus congéneres masculinos. Los lo masculino y el lo femenino se vieron como polos opuestos, lo que llevó a la asignación de roles tradicionalmente asignados según el género. En tiempos más recientes, esta idea binaria de la sexualidad, se ha problematizado como una serie de personas empiezan a cuestionar y rebelarse contra estas estructuras opresivas. La comprensión de la gente de la heteronormatividad, la binariedad y la transmisoginia ha cambiado significativamente los avances hacia la inclusión y la justicia para grupos marginalizados. Ahora, existe más diversidad para abrazar cualquier cambio en la forma en que las personas se comportan, se vesten, se sienten y se definen sexualmente. La diversidad de la orientación sexual es un tema de importancia para la comunidad LGB y el movimiento transgénero ya que los prejuicios tradicionales sobre la sexualidad binaria siguen presentes en la sociedad.
Esto ha llevado a una marginalización extrema estigmatizando e inhibiendo la identidad y las identidades de género no binarias, especialmente entre personas o grupos sociales que son asexuales, intersexuales o con identidades de género que no son lo masculino ni lo femenino.
En general, la sexualidad binaria es una mentalidad limitada que está siendo cuestionada cada vez más en la actualidad. Los prejuicios tradicionales sobre el género todavía son profundamente arraigados en la sociedad, pero una nueva comprensión de la dinámica de género se está abriendo camino hacia la aceptación para todas las identidades sexuales y de género.
Esta nueva comprensión arroja una luz sobre los modelos de sexualidad binaria que elimina los prejuicios existentes y socava la idea que la gente tiene que ajustarse a un protocolo predeterminado de lo masculino o lo femenino.
Esta nueva enfoque está abriendo más espacio para que todas las personas puedan expresar su identidad sin la preocupación de ser juzgados o rechazados.