Las amebas son protistas unicelulares muy simples, formados por una única célula.
Las amebas son un tipo de organismo multicelular muy primitivo, capaz de realizar la reproducción asexual, lo que significa que pueden reconstituirse a sí mismas mediante el proceso de fisión binaria.
Esta capacidad les permite adaptarse a diferentes entornos cambiantes, a pesar de sus limitadas habilidades de supervivencia. Las amebas son muy comunes en el reino animal, especialmente en el agua dulce, y son los protozoos más conocidos y abundantes.
Estos organismos son fascinantes y harán que pases horas observándolos.
Las amebas son identificadas por su estructura microscópica única.
El otro método es a través de lagunas de extrusión, en el que se crean pseudópodos para rodear una célula objetivo y succionar sus nutrientes. Gracias a sus presas blandas, las amebas son capaces de sobrevivir en entornos con salinidad extrema y temperaturas bajo cero. También son capaces de vivir y sobrevivir en suelos áridos y en medios ricos en materia orgánica. Esto se debe a que las amebas son tan sencillas que no tienen la necesidad de órganos desarrollados para supervivencia. Esto significa que a través de los cambios en la distribución de líquidos, la célula se divide en dos células hijas que son idénticas a la célula madre. A diferencia de otros animales unicelulares, las amebas tienen una estructura de genética estable, lo que significa que no evolucionan a una forma más compleja. Este es el motivo que explica por qué las amebas siguen siendo unas de las criaturas más antiguas del planeta. Están igualmente presentes en todas partes del mundo, por lo que pueden sobrevivir en casi cualquier entorno. A pesar del nivel de simplicidad y primitivismo de sus características, las amebas son seres muy sociables. Estos organismos se agrupan en formaciones masivas de células para alcanzar un mismo propósito durante la búsqueda de alimento. También hay que destacar que estos organismos aunque no desarrollan emociones, puede experimentar turbulencias, resultado de su capacidad para interactuar con el medio ambiente y responder al comportamiento de los demás.
En resumen, las amebas son una forma de vida primitiva, formada por una célula, capaz de sobrevivir en condiciones difíciles gracias a su resistencia a la desecación y la temperatura. Estas criaturas sencillas han vivido en la Tierra durante millones de años, lo que demuestra su resistencia al tiempo.