La micción es el proceso mediante el cual el cuerpo elimina líquidos sobrantes y desechos a través de la orina. Se produce en el sistema urinario, el cual consta de los riñones, uréteres, vejiga y la uretra. La micción es un proceso natural, regulado por los niveles de líquido en el cuerpo y cambios hormonales. Cuando el sistema nefrítico, un conjunto de órganos que filtran los líquidos del sangre, comienza a producir la orina, es conducida por los uréteres hasta la vejiga, donde se almacena hasta que el cuerpo esté preparado para eliminarla.
Entonces, la orina es seguida hasta la uretra para ser expulsada del cuerpo.
Los riñones tienen un papel crucial en el proceso de micción.
Son los encargados de filtrar los productos desechables y excedentes del organismo y de formar la orina. La orina es producida cuando los riñones filtran los líquidos y los desechos del cuerpo y los mezcla con agua para convertirlos en orina. Los uréteres son los conductos por los cuales la orina fluye desde los riñones hasta la vejiga. Estos conductos están formados por una serie de músculos contráctiles que permiten el paso de la orina desde los riñones hasta la vejiga. Estos músculos también contribuyen a mantener el control esfinteriano, permitiendo que la orina no salga de la vejiga hasta que el cuerpo esté preparado para evacuarla.
La vejiga es un órgano que se encuentra en la pelvis.
Está formada por músculos lisos que se contraen para permitir el almacenamiento de orina y para regular la presión y los límites de la capacidad de la vejiga. Estos músculos también ayudan a controlar la liberación de orina, y contribuyen al proceso de micción. Está formado por una serie de tejidos musculares, los cuales se contraen y relajan para permitir el paso de la orina hacia el exterior del cuerpo. La frecuencia de la micción es variable de una persona a otra, dependiendo de cada personas. En general, una persona adulta toma entre 6 y 8 vasos de agua al día y debe orinar alrededor de seis veces al día, o dos veces por noche durante la noche.
Las anormalidades relacionadas con la micción incluyen infecciones urinarias, problemas con el control de la vejiga, cálculos renales, enfermedades renales y diabetes. Estas anormalidades pueden causar dolor durante el proceso de micción, incrementar la frecuencia de orinar o disminuir el volumen de orina. La recomendación es que siempre consulte con el médico si se siente incómodo con la frecuencia o volumen de la micción. La micción es un proceso natural por el cual el cuerpo elimina líquidos sobrantes y desechos a través de la orina. Es un proceso vital para mantener el equilibrio hídrico y los líquidos balanceados en el cuerpo y se regula por los niveles de líquido y cambios hormonales. Estos músculos contribuyen al control de la liberación de orina, permitiendo su almacenamiento y eliminación cuando el cuerpo esté listo.