La pérdida del gusto, una condición conocida como ageusia, es un problema que puede afectar nuestra capacidad para disfrutar de la comida y la bebida.
Este problema puede ser temporal, a menudo causado por infecciones o lesiones.
En algunos casos, la pérdida del gusto puede ser un síntoma de una enfermedad subyacente más grave.
Afortunadamente, hay formas de recuperar el gusto, incluso después de una pérdida total.
La pérdida del gusto puede ser causada por diversos factores, incluyendo la falta de nutrientes, infecciones en la boca, exposición a sustancias químicas, fumar tabaco, algunas medicinas, envejecimiento y enfermedades neurológicas.
En algunos casos, la pérdida del gusto puede ser un síntoma de COVID-19.
De hecho, muchos pacientes de COVID-19 han informado pérdida del gusto y olfato como síntoma del virus. Esto puede implicar una evaluación de síntomas y antecedentes médicos, así como exámenes físicos y pruebas especializadas. En algunos casos, puede requerir una derivación a un especialista en oído, nariz y garganta, un neurólogo o un dietista registrado. En algunos casos, simplemente dejar de tomar ciertos medicamentos o dejar de fumar puede resolver el problema. Si se trata de una deficiencia nutricional, se puede recetar una dieta especial o suplementos nutricionales. En el caso de que la pérdida del gusto sea un síntoma de una infección, como la sinusitis o una infección del tracto respiratorio superior, los medicamentos para tratar la infección pueden ayudar a restaurar el sentido del gusto una vez que la infección haya aclarado.
En términos de remedios a los que se puede acceder en casa, el cuidado de la higiene bucal puede ayudar a mantener la boca y la lengua limpias, lo que puede mejorar el sentido del gusto.
También se ha sugerido que ciertos alimentos, como la pimienta de cayena o el jengibre, pueden ayudar a estimular las papilas gustativas. Los tratamientos alternativos, como la acupuntura, también han demostrado cierto promise al intentar recuperar la pérdida del gusto. Este método antiguo puede ayudar a abrir los bloques del sistema nervioso responsable de transmitir las señales de gusto al cerebro. Si la pérdida del gusto es persistente y no responde a los cambios de estilo de vida o a los medicamentos, se puede considerar la posibilidad de terapia, que puede incluir el entrenamiento de las papilas gustativas a través de técnicas de estimulación y exposición a diferentes sabores.
Además, es altamente recomendable consultar a un profesional de la salud si experimentas una pérdida del sentido del gusto. Recuperar el sentido del gusto puede tomar tiempo y paciencia, pero es completamente posible en muchos casos. Y mientras trabaja en recuperarlo, encontrará formas de adaptarse y disfrutar de los alimentos de una manera diferente. Los trucos como sazonar más los alimentos, usar texturas variadas y apreciar los aspectos visuales y olfativos de la comida pueden ayudar a mejorar la experiencia de comer. La pérdida temporal o permanente del gusto puede ser desalentadora, pero recuerde que no está solo.