La fiebre en los bebés puede ser preocupante para los padres, especialmente si es la primera vez. Lo primero que debemos entender es que la fiebre en sí no es una enfermedad, sino un síntoma de que el cuerpo del bebé está luchando contra alguna infección. Sin embargo, si el termómetro muestra un número demasiado alto, es necesario intervenir para bajar la fiebre del bebé.
Para los bebés mayores de tres meses, si la fiebre está entre 38 y 39 grados, puedes intentar bajarla antes de recurrir a medicación. Si el bebé tiene menos de tres meses y presenta fiebre, es necesaria la atención médica inmediata.
Mantén al bebé hidratado: La deshidratación puede hacer que la fiebre sea peor, por lo que es importante asegurarte de que tu bebé esté bebiendo suficientes líquidos. Vístelo de manera ligera: Cuando los bebés tienen fiebre, su instinto natural puede ser envolverlos en mantas adicionales para mantenerlos calientes. Por lo tanto, es recomendable vestir al bebé con ropa ligera y asegurarse de que la habitación esté a una temperatura confortable. Baño tibio: Un baño de agua tibia puede ayudar a reducir la fiebre de un bebé. Sin embargo, es importante no utilizar agua fría, ya que esto podría hacer que el bebé tiemble y aumente su temperatura corporal. Además, no debes utilizar alcohol, ya que este se puede absorber a través de la piel del bebé y puede ser perjudicial. Mantén al bebé tranquilo: El exceso de actividad puede aumentar la temperatura corporal del bebé, por lo que es útil mantenerlo tranquilo y descansado. Utiliza medicamentos con precaución: Si tu bebé es mayor de tres meses y la fiebre continúa a pesar de tus esfuerzos, podrías considerar un medicamento de venta libre como el paracetamol.
Siempre sigue las instrucciones del fabricante en cuanto a dosificación y no excedas la cantidad recomendada. Si la fiebre persiste más de 24 horas o el bebé parece estar muy incómodo, habla con tu médico antes de intentar medicar al bebé por cuenta propia. Es muy importante recordar que estos consejos pueden ser efectivos para aliviar la fiebre, pero si el bebé muestra otros síntomas graves, como vómitos, convulsiones, erupción cutánea, irritabilidad extrema, somnolencia o rechazo a beber líquidos, se debe buscar atención médica inmediatamente.
Se debe registrar la temperatura, los síntomas, cuándo empezaron y cualquier otro cambio en su comportamiento. Aunque la fiebre puede ser un signo de que algo serio está ocurriendo, la mayoría de las veces es solo una parte natural de la reacción del cuerpo a la infección.
Con unas pautas siguiendo indicaciones de profesionales de la salud, mucha paciencia y cariño, tu pequeño pronto se sentirá mejor.
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