Los tomates son una fruta que se usa comúnmente en la cocina para condimentar y dar sabor a platos y postres.

Son cosechados de manera natural en verano, cuando están maduros y llenos de sabor.

Lamentablemente, el sabor único y dulce de los tomates también significa que no duran mucho tras los recoger, lo que dificulta algunas veces aprovechar al máximo su sabor delicioso.

Por suerte hay muchos métodos sencillos para conservarlos y mantener su dulzura por más tiempo.

La mejor forma de preservar los tomates es refrigerarlos.

Esta es una gran opción para los tomates maduros, ya que aseguran la mayor conservación de su frescura. Lo único que hay que hacer es conservarlos bien envueltos en una envoltura o bolsa de plástico en la parte inferior de la nevera. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los tomates se deben consumir en un plazo no superior a dos días para aprovechar al máximo su sabor y garantizar que estén en buen estado.

Esto es una excelente opción si se quiere conservar el sabor de los tomates por más tiempo, ya que la congelación evitará que los tomates se pudran y pierdan todos sus nutrientes.

Para congelar los tomates primero hay que lavarlos bien con agua y después cortarlos en rodajas o trozos. Luego, colocar las piezas en bolsas de plástico o envases específicamente diseñados para congelar y depositarlas en el congelador durante al menos seis meses. Otra manera eficaz de conservar los tomates es a través de la deshidratación, un método que ha sido usado desde tiempos antiguos. Esto consiste en cortar los tomates en rodajas delgadas y colocarlos a una temperatura de 120 grados centígrados durante al menos tres horas. Luego, una vez se hayan deshidratado, hay que almacenarlos en bolsas o recipientes herméticos para evitar que se recoja humedad. Esta es una excelente alternativa para obtener una cremosa pasta de tomate, así como una forma sencilla de disfrutar del sabor de los tomates durante muchos meses. Primero hay que lavar los tomates y colocarlos, con su cáscara, en un recipiente con vinagre saborizado o vinagre de manzana. Luego, hay que dejar que los tomates marinen en el vinagre a temperatura ambiente durante al menos dos días antes de empezar a comerlos. Sea cual sea el método de conservación de los tomates que se elija, es importante recordar que la clave para obtener un excelente resultado es seleccionar una fruta sana y madura.

Conservando los tomates de la forma adecuada, se puede experimentar su delicioso sabor tanto en verano como durante todo el año.