El flequillo abierto es una herramienta de estilo indudablemente hermosa para transformar tu rostro y darle un toque fresco y juvenil. Independientemente de si tienes el pelo largo, corto, liso o rizado, este estilo de flequillo puede adaptarse a todos los tipos de cabello.
Sin embargo, cortarlo a menudo puede ser un desafío, especialmente si eres nuevo en esto.
Aquí, comprendemos la importancia de esa apariencia perfecta y hemos reunido una guía paso a paso sobre cómo cortar flequillo abierto en casa.
1.
Prepárate:Antes de comenzar, necesitarás un peine, unas tijeras afiladas, específicamente para cabello, un espejo amplio, agua para humedecer tu cabello y clips para sujetarlo.
Asegúrate de estar en un espacio bien iluminado para evitar errores.
Si nunca antes has cortado tu cabello, podría ser útil practicar movimientos con las tijeras primero. Lava y seca tu cabello:Lavar y secar tu cabello antes de cortarlo te dará una visión precisa de su longitud y cómo caerá naturalmente tu flequillo. Separa el cabello que deseas cortar:Utiliza el peine para dividir el cabello que formará tu flequillo. Sujeta el resto de tu cabello con los clips para mantenerlo fuera de la zona de corte. Para un flequillo abierto, necesitarás que sea más largo en los lados, permitiendo que se divida y caiga a ambos lados de tu cara. Mientras sostienes las tijeras en un ángulo de 45 grados, corta ligeramente tu flequillo en diagonal. Cortar en secciones:Para un flequillo abierto, debes cortar en pequeñas secciones en lugar de cortar toda la franja a la vez. Asegura la longitud:Para un flequillo abierto, lo ideal es que la longitud alcance la altura de tus cejas o un poco más abajo. Recuerda que puedes cortar más si es necesario, pero si cortas demasiado, tendrás que esperar a que vuelva a crecer. Puedes usar un cepillo redondo y un secador de pelo para darle a tu flequillo la elevación y la forma que deseas. Cortar tu propio flequillo puede parecer intimidante, pero con paciencia y práctica, puedes obtener resultados profesionales en casa. Sin embargo, siempre puedes buscar a un estilista profesional si no te sientes cómodo haciéndolo tú mismo. Dale a tu cabello y a ti mismo un poco de tiempo para adaptarse a tu nuevo look. Una vez que te hayas adaptado, es probable que te preguntes cómo viviste tanto tiempo sin él.