Unas buenas medidas preventivas para evitar que una herida se infecte y tratar adecuadamente una herida infectada son de vital importancia para salud general de la persona. Las heridas infectadas, si no permiten apropiadamente, podrían conducir a complicaciones más graves como la sepsis, una infección bacteriana grave del torrente sanguíneo. Si pensáis que tenéis una herida infectada o la herida se ha infectado después de la cura, es importante asegurar que se reciba el tratamiento adecuado para acelerar la curación y mantener el bienestar general.
Lo primero que hay que hacer si tenéis una herida infectada es limpiarlas con agua y jabón y suavemente posicionar alrededor la piel limpia para eliminar la suciedad. Después, hay que asegurar el uso de un antiséptico con peróxido de hidrógeno o un desinfectante para reducir la probabilidad de infecciones.
Esto también aplica si vais a estar manipulando la herida.
Es importante que lave la herida mínimo dos veces al día para asegurar una curación óptima. Muchas infecciones surgen del uso de vendas con polvo o algodón para prevenir adecuadamente una infección, así que hay que asegurar vendas limpias y secas.
De igual modo, es importante hidratar la herida para asegurar una buena curación.
Además de lidiar directamente con la herida, hay que mantener el bienestar general en cuenta y asegurar el uso de antibióticos cuando es vital. A veces las infecciones no se curan con la higiene y los cuidados caseros, en cuyo caso será esencial acudir a un médico para recibir prescripciones o incluso cirugía. Las infecciones graves también pueden conducir a la sepsis, que es una condición peligrosa en la que los organismos bacterianos se asientan en el torrente sanguíneo. Esta condición puede conducir a problemas exacerbados con la circulación y disminuir el funcionamiento del sistema inmune. Cambios graves en la temperatura corporal, confusión mental y respiración difícil también pueden ser signos de sepsis. Además de los antibióticos, un enfoque consistente para tratar heridas infectadas previamente consiste en efectuar lavados antes de curarse. Estos deben renverse con agua, luego conocido como lavado salino, para purgar los restos de la herida. Esta técnica se utiliza para reducir la probabilidad de que la herida se infecte y también para eliminar cualquier signo de infección ya presente. Además de los lavados, los vendajes y la curación, también es bueno considerar el uso de un tratamiento tópico.
Existen numerosas alternativas tópicas con diferentes medicamentos para curar heridas.
Las heridas infectadas son una preocupación seria para la salud y pueden conducir a problemas a largo plazo, en caso de infección grave, como la sepsis, es esencial acudir a un médico de inmediato.
Lavando regularmente la herida, asegurando el uso de medicamentos, y usando los tratamientos tópicos recomendados, la persona puede curar adecuadamente una herida infectada, prevenir su propagación, y mantener buena salud en general.
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