La energía nuclear, una de las fuentes de energía más limpias, se produce mediante un proceso llamado fisión nuclear.
Las plantas de energía nuclear funcionan controlando este proceso para generar electricidad.
En una planta de energía nuclear, los combustibles nucleares, como el uranio natural, se cargan en un reactor nuclear. Dentro de este reactor, los núcleos de uranio son bombardeados con neutrones, lo que causa que se dividan en dos partes más pequeñas.
Esta división libera energía, calor y neutrones adicionales.
El calor se recoge y se usa para calentar agua hasta su punto de ebullición, que a su vez genera vapor.
El vapor se utiliza para mover una turbina, la cual genera electricidad para uso común.
En el reactor nuclear, los neutrones que se liberan del proceso de fisión nuclear son controlados con diversos materiales llamados materiales moderadores. Estos materiales absorben los neutrones para evitar que se salgan del reactor y controlan la velocidad con la que se produce la fisión. El uranio enriquecido es mezcla de uranio que contiene un mayor porcentaje de U-235, el isótopo responsable de la fisión nuclear. Esto significa que el uranio enriquecido ofrece un mayor nivel de eficiencia en comparación con el uranio natural. Para evitar la acumulación de materiales radiactivos en el reactor, hay un sistema de control automático. Los operadores usan estas barras para cambiar la cantidad de neutrones en el reactor para evitar que se vuelva radiactivo y para controlar la cantidad de energía que produce. Este sistema de seguridad incluye equipo diseñado para contener los materiales radiactivos que se producen durante una falla de seguridad. El equipo incluye una fundición de contención, una unidad de seguridad de aislamiento que contiene los radios para evitar que salgan del edificio. Finalmente, los operadores de una planta de energía nuclear también deben cumplir con los estándares establecidos por la Autoridad Reguladora de Energía Nuclear. Estas regulaciones establecen límites de contaminación, la radiación máxima permitida en el aire, el agua y el suelo, así como requisitos para el transporte y almacenamiento de los combustibles nucleares. En conclusión, las centrales nucleares proporcionan una forma limpia de producción de energía y contribuyen a la lucha contra el cambio climático al no emitir gases de efecto invernadero. Sin embargo, se requieren estrictos controles de seguridad para garantizar que se mantenga la seguridad de los residuos radiactivos y los materiales radioactivos. Los operadores de energía nuclear necesitan entender el proceso de generación de energía para asegurar el funcionamiento seguro de las plantas y reducir el riesgo para los trabajadores y el medio ambiente.
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