El chocolate a la taza es una antigua receta que proporciona confort en los días más fríos y se convierte en la bebida ideal para las reuniones con amigos o familiares.
Esta elaboración tiene su origen en los antiguos mayas, pero es en Europa, donde se populariza en el siglo XVI tras descubrir los españoles el cacao en América. Realizar un buen chocolate a la taza no es tarea difícil, solamente necesita unos cuantos ingredientes y seguir paso a paso la elaboración. Comencemos por los ingredientes que necesitamos: 200 gramos de chocolate negro (la calidad del chocolate determinará el sabor final de la bebida), 750 mililitros de leche, 100 gramos de azúcar, 25 gramos de maicena, una pizca de sal, y canela y ralladura de naranja para aromatizar a gusto.
La elección del chocolate es fundamental en este proceso, ya guarda el sabor esencial de la receta. Por lo tanto, te recomendaría optar por uno que tenga entre un 70% y un 80% de cacao. Para el primer paso, cortamos el chocolate en trozos pequeños, lo que facilitará su posterior disolución. Luego, a fuego medio, calentamos la leche en una cacerola pero evitando que llegue a hervir. Cuando esté caliente, añadimos el chocolate y lo removemos sin parar hasta que se derrita por completo.
Lo siguiente será añadir el azúcar y seguir removiendo para que se disuelva.
La cantidad de azúcar también dependerá del gusto de cada uno; si prefieres un chocolate más amargo podrías reducir la cantidad.
La maicena es el ingrediente que dará al chocolate esa textura espesa tan particular.
Para incorporarla debemos disolverla previamente en un poco de leche fría y añadirla a nuestra mezcla ya caliente.
Seguimos removiendo enérgicamente para evitar la formación de grumos.
Finalmente, cuando haya adquirido la consistencia deseada, que no debe ser ni muy líquida ni demasiado espesa, retiramos del fuego. Este es el momento de añadir la canela y la ralladura de naranja, ambas otorgan un aroma fantástico a nuestro chocolate a la taza. Hay versiones veganas, en donde se sustituye la leche de origen animal por leche de avena, almendra, o soja, y en las que se omite el azúcar, por ejemplo. Además, el chocolate también puede variar, algunos prefieren el chocolate con leche en lugar del chocolate negro, esto proporcionará un sabor más suave y dulce al final. Finalmente, destacar que el chocolate a la taza se puede disfrutar en cualquier momento del día, pero suele ser protagonista en los desayunos o meriendas, acompañado de churros, magdalenas o galletas.
Prueba esta deliciosa receta, y disfruta de un verdadero chocolate a la taza casero, con un aroma y sabor inigualable. Y recuerda, la clave de un buen chocolate a la taza es la constancia en la remoción y el calor moderado, así como la elección de un chocolate de calidad. Te invito a que te atrevas a experimentar y darle tu toque personal a este clásico. Y sobre todo, a que disfrutes de la experiencia de preparar y compartir un auténtico y casero chocolate a la taza.