Para preparar pata de cordero al horno es necesario contar con los ingredientes y materiales adecuados para garantizar los mejores resultados. Con el siguiente paso a paso, cada persona podrá elaborar en casa un delicioso platillo que cautivará el paladar de sus invitados. Ingredientes- 2 patas de cordero- 30 ml de vino blanco- ½ cebolla- 2 zanahorias- 1 diente de ajo- 5 ramas de tomillo- 5 ramas de romero- 5 ramas de salvia- Sal y pimienta al gustoMateriales Necesarios- 1 horno eléctrico- 1 cuchillo y tabla de cortar- 1 sartén- 1 cacerolaPreparación1.
La primera etapa consiste en lavar muy bien las patas de cordero con agua fría, esto permitirá que bastante de la sal del cordero se elimine con mayor facilidad, por lo que es aconsejable cambiar el agua un par de veces durante este paso.
Una vez completado, séquelas con papel absorbente descartable antes de comenzar con la preparación.
2.
Seguidamente, use la tabla de cortar y el cuchillo para picar finamente la cebolla, la zanahoria y el ajo.
Esto le permitirá contar con un sofrito con el que sazonar el cordero.
A continuación, retire todas las hojas de las ramas de tomillo, rosmero y salvia, agregándolas a la sartén con un poco de aceite de oliva o de coco. Añada al sofrito los trozos de cordero y remueva constantemente durante uno o dos minutos para evitar que se pegue a la sartén y para que comiencen a absorber el sabor del sofrito.
Ubique el contenido de la sartén en la cacerola y agregue la cantidad necesaria de agua para cubrir los trozos de cordero. Una vez que el agua hierva, reduzca la temperatura al mínimo para que el cordero se cocine poco a poco. Precaliente el horno a 200°C y coloque dentro los trozos de cordero acompañados de su salsa. Además, para añadir un toque especial de sabor, cubra la superficie de la carne con las ramas de tomillo, romero y salvia. Cuando los trozos de cordero estén tranquis bien tiernos, apague el horno y retire del mismo. Pata de cordero al horno es un platillo ideal para cualquier tipo de celebración, acompañado de arroz blanco, papas fritas, puré de papa y, por supuesto, un buen tinto.