La salsa boloñesa es uno de los platos más populares de la gastronomía italiana.
Son muchos los países donde se disfruta de esta receta; entre ellos, Estados Unidos, donde es conocida como `spaghetti alla bolognese`. Comúnmente se prepara con carne molida de ternera y cerdo, tomate, cebolla, ajo y hierbas aromáticas. Esta salsa está siempre acompañada de un tipo de pasta como spinelli, linguini, tagliatelle o fusilli. La salsa boloñesa es un plato muy versátil, puesto que puede comerse en cualquier época del año. Esta receta es especialmente deliciosa en otoño e invierno porque se sirve caliente y llena el lugar de fragancia.
La salsa boloñesa se originó en la región de Emilio-Romagna, al norte de Italia.
Se remonta a 1880 y es famoso por su consistencia densa y por el sabor fuerte y profundo. La salsa tradicional está hecha de carne picada, tomates, cebolla y ajo, hierbas aromáticas y, en ocasiones, algunos líquidos como leche y vino tinto. Originalmente, la salsa boloñesa se hacía a mano, con carne y tomates frescos de la región.
La receta evolucionó con el tiempo, ya que los ingredientes cambiaron según la temporada.
Para preparar esta deliciosa receta, primero hay que picar la cebolla y el ajo, y sofreírlos en una sartén con aceite. Seguidamente, se añade la carne picada, se cocina a fuego medio y se sazona con sal, pimienta y hierbas aromáticas secas o frescas como el tomillo, el orégano y el romero.
A continuación, se agrega el tomate triturado y se deja cocinando a fuego lento durante al menos una hora para que todos los ingredientes se mezclen bien. Si no tienes tiempo para preparar la salsa boloñesa a mano, existen alternativas en forma de conserva que se pueden comprar en las tiendas. Estas conservas suelen contener ingredientes frescos (y, a veces, también ingredientes procesados) para reconstruir la receta con un sabor clásico atesorado por generaciones. Se puede espolvorear parmesano y hojas frescas de albahaca sobre el plato para complementar el sabor. En resumen, la receta de la salsa boloñesa es una de las gastronomías más populares que se derivan de la cocina italiana. El sabor intenso y profundo de esta receta la convierte en una de las preferidas entre muchos países. Por otra parte, este plato se puede preparar fácilmente a partir de carne, tomates, cebolla, ajo, hierbas y un toque de mantequilla. Esta receta también tiene la ventaja de que se puede encontrar en conservas para poder tener una opción fácil y rápida para prepararla en cualquier momento.