Pintar un lienzo con un diseño simple o complejo puede ser una gran experiencia creativa.
Es una excelente manera de desarrollar la creatividad y expresar los sentimientos y emociones.
Si bien hay muchos métodos diferentes para pintar un dibujo, el proceso básico suele seguir una serie de pasos que permiten la mejor experiencia para el artista. Los pasos que se presentan a continuación son un buen punto de partida, especialmente para los principiantes.
Primero, es recomendable tener una idea clara de lo que tienes intención de pintar.
Tener una imagen mental clara antes de comenzar ayudará mucho a diluir el proceso creativo al momento de pintar. La idea puede ser algo personal o algo que se encuentre en la naturaleza o en otros sitios. Si se trata de un paisaje, por ejemplo, es recomendable pasar algún tiempo ponderando el detalle del mismo y tratando de captar la luz, la sombra, los colores y las formas que se integran en él.
Una vez tenga en mente la idea que quiere expresar, el siguiente paso es elegir los materiales para pintar. Los lienzos tienen diversas medidas, desde los más pequeños que mide 12” x 9” hasta los más grandes de hasta 60” x 48”. Además, los hay de colores diversos, desde blanco a colores que aportan mucha vida como azul cielo, rosa coral, lila, negro y otros más. Elige los colores de acuerdo a la paleta cromática que desea usar al momento de pintar. Si bien ambas presentan una estética hermosa, se aconseja el uso de óleos si es la primera vez que se pinta un lienzo, pues sus resultados son más fáciles de cambiar a lo largo del proceso.
Elija los pinceles y el resto de los materiales tales como lienzos orgánicos y soportes que se usarán para el trabajo. Una vez que se tienen los materiales adecuados, el siguiente paso es preparar el lienzo para pintura. Esto significa colocarlo con el lado de la trama hacia abajo sobre una superficie para no mancharlo. A continuación, se aconseja realizar una propuesta previa de pintura sobre la superficie del lienzo, aplicando una imagen con alguna herramienta como una espátula, un templado, un juego de dibujos y plantillas, pintura de vaporización o fotocopias.
A estas alturas, el siguiente paso es diseñar y transferir la imagen a la superficie del lienzo. Se `plasman` diferentes formas sobre su superficie, permitiendo que el artista pueda colocar los colores y efectos correctos en distintas zonas del lienzo. Por último, una vez tenga una imagen clara del diseño en mente, es el momento de comenzar a pintar. Para esto, primero comienza colocando la base con un solo tono, después añade más color con variaciones diferentes para lograr un diseño controlado y organizado. Además, para dar mayor variedad en el lienzo, el artista puede optar por usar distintas texturas al momento de pintar, como una variación de expresividad y profundidad. Una vez que los colores se han colocado con efecto y profundidad al lienzo, el último paso en el proceso de pintura es detallar el diseño con detalles más finos. Esto incluary efectos y sombras, lo cual da una dimensión extra a la pintura con los colores que se encuentran presentes. En conclusión, pintar un lienzo puede ser una gran experiencia creativa, tanto para los principiantes como para los artistas más avanzados. Los pasos señalados permiten abordar el proceso de pintura de manera controlada y consciente, permitiendo obtener grandes resultados al momento de realizar un dibujo.