Aunque son más comunes en animales domésticos, como perros y gatos, también pueden encontrarse en humanos; generalmente, esto ocurre cuando los humanos han pasado tiempo con los animales infectados. En lugar de matar las pulgas, generalmente es más solvente detener el progreso de la infestación. Esto se logra mediante la identificación y limpieza de la fuente del problema, y, en algunos casos, el tratamiento farmacológico. Lo primero que se requiere para matar a las pulgas es identificar su fuente de alimentación.
Una vez detectado, el animal se debe desparasitar con medicamentos específicos, según recomendaciones médicas o veterinarias. Asimismo, hay que limpiar inmediatamente la casa en la que vive el animal infectado, ya sea para eliminar o disminuir el depósito de huevos de pulgas. Esto se hace colocando limpiadores profesionales en la casa o eliminando la suciedad y los residuos de los muebles. Cualquier limpieza o producto para la desinfección de la casa, al igual que los tratamientos para los animales infectados, se deben seguir con estricta dedicación. Si después de limpiar la casa y desparasitar el animal no hay una mejora clara, el uso de insecticidas y tratamientos farmacológicos son la única opción para matar las pulgas. La mayoría de estos productos se esparcen fácilmente en el hogar para ayudar a matar a los insectos, así como para prevenir la reinfestación. Los insecticidas son eficaces para controlar las infestaciones de pulgas, pero, en algunos casos, los pesticidas para uso humano deben prescribirse por un médico. Sin embargo, es recomendable aplicar los pesticidas con precaución, ya que los productos químicos pueden ser perjudiciales para los humanos y los animales. Los insecticidas pueden usarse junto con productos especialmente diseñados para atraer y matar a las pulgas. Estos productos, como los collares de pulgas, contienen una mezcla de sustancias químicas que atraen a los insectos y los matan. Otros productos, como los aspiradores, se usan para eliminar los huevos y escamas de las pulgas de la casa. En algunos casos, la infestación de pulgas puede ser demasiado grave para manejar por uno mismo; en estos casos hay que recurrir a un exterminador profesional. Estos servicios tienen un alto costo, pero en la mayoría de los casos, son el último recurso para una infestación grave. En resumen, matar a las pulgas es un proceso laborioso que implica la identificación, el limpiado y el tratamiento de la fuente del problema.
Finalmente, hay que ser consciente de los riesgos inherentes a la aplicación de productos químicos para la desinfección.
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