La piña es uno de los frutos más refrescantes y refrescantes que existen, y hay muchas razones por las que es ideal para incluirlo en nuestra dieta. Tiene un gran contenido de nutrientes, como potasio, magnesio y vitamina C, vital para nuestro organismo, y es un alimento excelente para nuestra digestión.
También proporciona una gran cantidad de antioxidantes que nos ayudan a combatir los radicales libres.
El principal problema que encontramos al consumir piña, es el tiempo que requiere su preparación al momento de pelarlo, así que es hora de echar un vistazo al proceso de cómo pelar una piña.
Esta es una tarea sencilla, sólo toma práctica y tranquilidad para enrolarse en el camino correcto. Lo primero que tenemos que hacer para pelar una piña, es seleccionar la que se encuentre en su punto óptimo de madurez, para lo cual debemos conocer un poco sus indicios externos.
Estas frutas deben tener un tono ligeramente amarillo y un buen olor fragante, si la piña no cumple estas características, significa que no se encuentra madura, y no será adecuado para su consumo.
Una vez elegida la piña óptima, es hora de proceder a la faena de pelarla.
Primero tendremos que lavarla con agua fría para limpiar cualquier residuo o suciedad en su cáscara, luego, cortaremos la parte inferior donde se encuentra el tallo para proporcionar estabilidad a la piña al momento de manejarla.
Luego, tendremos que preparar el utensilio para pelar la piña.
Éste será un cuchillo filoso y afilado para dar permiso para un majado suave, y realizaremos su manejo con mucho cuidado para evitar cualquier lesión en nuestras manos. Tomada la piña con una de nuestras manos, e iniciaremos a desprender las franjas de la cáscara desde la parte superior hacia abajo, con nuestro cuchillo. Lo más importante en éste paso es encontrar el equilibrio entre filosa y sostenido, ya que tendrá que ser sostenido pero suficientemente filosa como para anudarlo bien. Una vez completado el últimos paso, ya habremos desprendido la totalidad de la cáscara y nos encontraremos con una piña completamente penetrable. No habrá que preocuparse si una vez pelada la cáscara nos encontramos con algunas manchas océano o verdosa, ésto sólo significa que la piña se encontraba en su punto de madurez óptima.
Podemos hacer plátanos enteros, rodajas, trozos, corazones, patas de gallina, cuadrados, triángulos, cuadrados… todo es cuestión de gustos. Finalmente, con la piña ya pelada y cortada a la medida, sólo nos quedará lista para disfrutar de todos los granos de este fruto refrescante y nutritivo. Tomando las etapas anteriores secuencialmente, cada uno podrá lograr con gran sencillez pelar una piña sin problema alguno, y obtener los mejores resultados sin ningún tipo de contratiempo. Es cierto que cada piña tiene su forma y su tamaño, por lo que tendrás que adaptar tu técnica al tamaño y la forma de ésta fruta, pero una vez que hagas esto, tu trabajo será mucho más fácil y podrás obtener una fruta preciosa para disfrutar de su gran sabor y sus nutritivos beneficios.
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