Cultivar calabacín o zapallito es una delicia para muchos jardineros.
El zapallito no requiere mucho cuidado, por lo que es una buena planta para iniciarse en el cultivo. Al mismo tiempo, los frutos son sabrosos y nutritivos, con lo que dejan una estupenda recompensa para los principiantes en jardinería. Antes de comenzar, es importante comprender que los zapallitos son plantas monoicas, es decir, se identifican machos y hembras en sus flores, y esto es importante para entender el proceso de polinización y que los frutos se desarrollen apropiadamente.
Es importante elegir un lugar soleado para plantar los zapallitos, aunque un lugar parcialmente aombreado también les servirá, especialmente para el verano. El suelo debe ser bien drenado y plentyado de materia orgánica; ésta ayuda en el desarrollo del sistema radicular y proporciona nutrientes.
Si el terreno es particularmente escaso en materia orgánica, se les puede agregar compost.
Habitualmente los zapallitos son plantados por semillas y hay que tener precaución ya que las semillas son escasas: no se deben plantar demasiadas para no crear un exceso de competencia. Es importante escarbar unos 10 centímetros de profundidad para la siembra, esto es para que el sistema radicular de la planta se desarrolle apropiadamente. Luego, si se dispone de ellas, se pueden agregar piedras, ramas, hojas o conchas de mar, esto ayuda a mantener la humedad en el terreno. Una vez que la tierra esté lista para recibir las semillas, se escarba un hoyo de unos dos centímetros de hondo al cual se le agrega algo de compost. Allí se deposita la semilla, previamente remojada durante 24 horas; luego, se cubre el hoyo con algo de tierra y se comprimen para que quede más firme. Cuando las plántulas emergen de la tierra se deben regar, aunque es importante asegurarse que la tierra esté siempre húmeda, pero jamás encharcada. Los zapallitos son plantas súper sensibles al exceso de agua y es mejor optar por regar poco pero con frecuencia que mucho pero de manera esporádica. Es necesario eliminar a todas aquellas susceptibles a otras plagas con el fin de evitar que éstas ataquen a las demás. Esto se consigue mediante una poda cuidadosa, manteniendo siempre bien abierto el follaje de la planta. Una vez que los zapallitos comiencen a florecer, es momento de asegurarse de que su polinización sea la adecuada para obtener frutos, para esto los jardineros pueden ayudarse golpeando sus flores para que el polen se desplazen; luego, hay que asegurarse de que pasee el viento para que éste transporte el polen entre ellas.
Es recomendable aplicar abono líquido cada tres semanas para que los frutos puedan desarrollarse de manera óptima. Para el abono líquido pueden utilizar uno recién hecho o cualquier otro artículo comercialmente disponible para plantas de tomate. Los zapallitos son algo muy delicado con respecto a los hongos y enfermedades, por lo que deben contar con protección para prevenir tales afecciones. Unas buenas prácticas al cuidado de los zapallitos son: un buen sistema de drenaje, una buena filtración de luz, no regar excesivamente, y actualizarse con productos antifúngicos para prevenir enfermedades. Tener todos estos consejos en cuenta harán que el cultivo de zapallitos resulte sencillo y gratificante. Tomen en cuentra los consejos que se han expuesto y anímense a plantar sus propios zapallitos para poseer una bonita y nutritiva variedad de verduras.