Un grano enquistado es un tipo de acné severo que se produce cuando un poro se bloquea, lo que provoca la formación de un quiste lleno de pus bajo la superficie de la piel.
No manipules el grano: Esta es la regla de oro para cualquier tipo de acné, pero especialmente para los granos enquistados. Al manipularlos, puedes empujar la infección más profundamente en la piel, lo que puede causar más inflamación, dolor y posibles cicatrices. Aplica calor: Aplicar una compresa caliente suave sobre el grano enquistado puede ayudar a abrir los poros, permitiendo que el sebo y las células muertas de la piel salgan a la superficie.
Simplemente sumerge un paño limpio en agua caliente, escurre el exceso de agua y aplica el paño sobre el grano durante unos 10-15 minutos. Utiliza productos de venta libre: Hay muchos productos de venta libre que puedes utilizar para tratar un grano enquistado. Visita a un dermatólogo: Si el grano enquistado es grande, doloroso o no mejora con los tratamientos de venta libre, deberías considerar la posibilidad de acudir a un dermatólogo. Pueden drenar el quiste de manera segura o recetar medicamentos más fuertes que pueden tratar la infección. Los antibióticos pueden ayudar a tratar la infección, mientras que los medicamentos isotretinoína o espironolactona pueden ser utilizados para tratar el acné severo. Mantén una buena rutina de cuidado de la piel: Limpiar, tonificar e hidratar la piel regularmente puede ayudar a prevenir la formación de granos enquistados. Evita los productos que pueden obstruir tus poros y opta por los que son no comedogénicos. Recuerda siempre que el acné enquistado puede ser doloroso y frustrante de manejar, pero es importante resistir la tentación de intentar drenarlo o manipularlo por ti mismo. Aunque estos métodos pueden parecer ofrecer una solución rápida, a menudo sólo agravan el problema y pueden llevarte a tener cicatrices permanentes en la piel. Además, las condiciones subyacentes de la piel, el estilo de vida y la dieta también pueden jugar un papel en la aparición del acné. Si experimentas acné regularmente, especialmente acné enquistado, puede ser útil trabajar con un dermatólogo para desarrollar un plan de tratamiento a largo plazo. Los tratamientos para el acné enquistado suelen incluir cambios en la dieta y en el estilo de vida, así como medicación oral o tópica. En los casos más graves, donde los quistes son grandes y persistentes, los procedimientos médicos como la extracción quirúrgica o el drenaje pueden ser necesarios. Por último, es vital recordar que cada persona es diferente y lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra. La clave es ser paciente y consistente con cualquier régimen de cuidado de la piel o tratamiento que un profesional de la salud pueda recomendar. En resumen, si tienes un grano enquistado, es importante no manipularlo, aplicar calor, utilizar productos de venta libre, ver a un dermatólogo si es necesario, posiblemente tomar medicación y mantener una buena rutina de cuidado de la piel.
Recuerda que siempre es mejor acudir a un dermatólogo antes de intentar tratar un grano enquistado por tu cuenta.
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