¿Cómo saber qué tipo de piel tengo? La respuesta es sencilla, debes tomar unas pocas medidas y realizar una evaluación de la misma para determinar su tipo. Esta evaluación se puede ver y sentir con los ojos y las yemas de los dedos. Aunque es algo que algunos no tienen en cuenta, el tipo de piel que uno tenga puede ser la clave para una piel saludable y bella de por vida. Es esencial que entiendas el tipo de piel que tienes, ya que esto determinará los cuidados que es necesario realizar diariamente. Si usas productos inadecuados para tu tipo de piel, puedes causarte problemas, como dañar tu epidermis y pasar factura con el paso del tiempo. Notarás pedazos de información escrita en los productos para el cuidado de la piel, como por ejemplo `para pieles normales o mixtas`, o `para piel grasa o con acné`. Esto proviene de la clasificación de los diferentes tipos de piel: seca, normal, mixta y grasa. Estas clasificaciones no son necesariamente permanentes o definitivas, ya que tu tipo de piel puede cambiar según las temporadas y las circunstancias. Primer paso para saber qué tipo de piel tienes: luz naturalLo primero que debes hacer para averiguar qué tipo de piel tienes es colocarte frente a un espejo y examinar tu cara con la luz natural.

Debes tener en cuenta varios factores, como por ejemplo tu poros, si son visibles, la textura de tu piel y si esta es suave, lisa y tersa, las líneas finas, las arrugas, los brillos en la piel, el tono de la piel, los venitas capilares, la elasticidad, la grasa y el enrojecimiento.

Es importante que mires tu cara con una luz lo suficientemente brillante como para que puedas identificar todos estos aspectos. Una buena idea es colocarte frente a una ventana en plena luz del día y examinar tu piel de cerca.

Esto es importante para poder identificar los síntomas de tu tipo de piel.

Segundo paso para saber qué tipo de piel tienes: el aguaLuego de haber examinado tu piel con luz natural, el próximo paso para saber qué tipo de piel tienes es mojar tu cara con un poco de agua para ver cómo se comporta.

Si tu piel es seca, podrás notar que se siente opaca y apagada, y se vuelve especialmente áspera después de que se moja.

Esto quiere decir que tienes piel seca.

En el caso de quienes tienen piel grasa, el agua no hará mucha diferencia ya que estos tipos de pieles generalmente se sienten hidratadas naturalmente.

Si tu piel es mixta, notarás que algunas áreas se sienten mas hidratadas que otras.

Por último, si tu piel es normal, podrás sentir que es suave y tersa al contacto con el agua. Tercer paso para saber qué tipo de piel tienes: una prueba sencillaEl siguiente paso para descubrir qué tipo de piel tienes es conocido como el `test del papel higiénico`. Esta prueba consiste en tomar una servilleta de papel y colocarla en la cara durante 30 segundos. Si el papel se queda pegado a tu cara, eso significa que tienes una piel seca, en cuyo caso tendrás que buscar productos hidratantes para mantener una buena hidratación. Si el papel se desliza fácilmente, eso significa que no hay mucho aceite Natural en la piel y que se trata de una piel normal. Si el papel desliza ligeramente, eso significa que tienes una piel mixta (grasa por algunas áreas y seca por otras). Cuarto paso para saber qué tipo de piel tienes: conoce tus temporadasDebes tener en cuenta que tu tipo de piel puede cambiar con las estaciones. Esto se debe a que los cambios en el gusto, temperatura, la humedad atmosférica y luz solar pueden afectar significativamente la piel. Es común para la mayoría que su tipo de piel cambie entre la primavera y el verano, así como entre el otoño e invierno. Por ejemplo, si durante el invierno tu piel es seca, durante el verano podría volverse ligeramente más grasa. Por esta razón, es recomendable que siempre revise el estado de su piel con el cambio de estaciones, para evitar caer en problemas potenciales debido a algún cambio repentino en su tipo de piel.

Por último, es importante que tomes en consideración los factores externos que afectan la piel, como la alimentación inadecuada o el estrés. Además, siempre debes buscar asesoramiento médico para encontrar el mejor producto para tu tipo de piel y mantenerte saludable por mucho tiempo.