Las fracciones son un elemento fundamental en el ámbito de las matemáticas.
Se refieren a una parte de una cantidad entera, y se leen muy fácilmente.
Para empezar, hay que tener en cuenta que una fracción está compuesta por dos números: un número que se coloca encima del símbolo de división (llamado numerador) y el número que hay debajo del símbolo de división (llamado denominador).
Por lo tanto, para leer una fracción correctamente, primero se tiene que leer el numerador, seguido del denominador. Por ejemplo, si tuviéramos la fracción 3/4, se leería primero el numerador como “tres” y luego el denominador como “cuarto”.
Por lo tanto, la fracción se leería como “tres cuartos”.
En estos casos, el numerador se lee como cualquier número normal, pero el denominador se sigue leyendo como una fracción. Por ejemplo, si tuviéramos la fracción 22/12, el numerador se leería como “veintidós” y el denominador como “doce sexmos”. En estos casos, el numerador se lee como cualquier número normal, pero el denominador se lee como “dieci(número)”. Por ejemplo, si tuviéramos la fracción 18/14, el numerador se leería como “dieciocho” y el denominador como “catorce dieciséis”. En estos casos, el numerador se lee como cualquier número normal, pero el denominador se lee como “octo(número)”. Por ejemplo, si tuviéramos la fracción 27/25, el numerador se leería como “veintisiete” y el denominador como “veinticinco octos”. Por lo tanto, para leer una fracción correctamente hay que tener en cuenta el valor del numerador y el denominador. Si el denominador es un número entre 1 y 9, entonces se lee como cualquier fracción normal. Y si el denominador es un número entre 20 y 99, entonces se lee como “octo(número)”.