La abdominoplastia es una de las cirugías estéticas más conocidas e importantes para la eliminación del exceso de piel del abdomen, así como la remodelación del músculo abdominal. Esta cirugía permite mejorar la apariencia de la región abdominal, ya que devuelve la forma de los músculos abdominales y elimina el exceso de tejido adiposo y piel, dando como resultado un abdomen más pronunciado y tonificado.
La abdominoplastia, también conocida como cirugía `tummy tuck`, es una buena alternativa para aquellos pacientes que desean disminuir significativamente el tamaño de su abdomen y mejorar la apariencia de su área core.
El procedimiento es buena opción para aquellas personas que quieran eliminar los efectos de la pérdida o aumento de peso que les haya provocado una disminución significativa de la elasticidad de la piel en la región abdominal.
La abdominoplastia usualmente consta de una incisión en la parte inferior del abdomen, desde un extremo de la cintura hasta el otro.
Esta incisión suele ser aproximadamente de 15 a 30 cms.
de largo.
Durante el procedimiento, el cirujano eliminará el exceso de piel y tejido con el fin de lograr un aspecto más tonificado para el abdomen. Si hay presencia de tejido adiposo excesivo, el cirujano también podrá recurrir a una liposucción para eliminarlo. Luego de llevar a cabo la incisión, el cirujano reunirá los músculos abdominales y los tensionará para lograr una nueva silueta, mejorada. Posteriormente, se sellará la herida y se colocará una faja para ayudar a la mejoría y a mantener la nueva forma. El proceso de recuperación de esta cirugía depende de muchos factores, como la técnica quirúrgica usada, el cuidado postoperatorio, la salud del paciente, etc.
Normalmente, la recuperación después de la abdominoplastia se lleva a cabo en dos etapas.
En una primer etapa (aproximadamente los primeros dos días), se recomienda que el paciente descanse en reposo en la cama, para lograr cicatrizar correctamente. También se recomienda aplicar hielo en la zona o tomar analgésicos para aliviar el dolor y la inflamación. En la segunda etapa (aproximadamente los dos días siguientes), el paciente ya puede realizar actividades ligeras y comenzar con su nuevo régimen de ejercicio suave. Esto le permitirá recuperar la elasticidad y respuesta muscular adecuada, además de que le ayudará a mejorar los resultados de la cirugía. Recuerda que los resultados de la abdominoplastia no se ven totalmente hasta que se haya completado el proceso de recuperación, de 4 a 6 semanas, además de que envuelve el compromiso del paciente el seguir una dieta saludable y realizar un programa regular de ejercicios.
Es recomendable acudir a un cirujano certificado para realizar la abdominoplastia, puesto que este procedimiento es una cirugía mayor y debe ser llevada a cabo por un profesional especializado en estética para lograr resultados seguros y exitosos.
Además, es importante conocer los riesgos que implica el procedimiento para poder evaluar los pros y los contras de realizarlo. La abdominoplastia, sin lugar a dudas es una cirugía estética ideal para quienes desean mejorar la apariencia de su abdomen. Los resultados son notorios desde el principio, pero para lograr resultados duraderos, se recomienda seguir un programa de alimentación saludable y la realización de ejercicio para mantener el tono muscular.