Afasia es un trastorno que afecta la área del cerebro responsable de las habilidades del lenguaje.
Esto inhibe la capacidad para hablar, escuchar, leer y escribir de una manera efectiva.
La afasia afecta alrededor del 2 por ciento de la población, cuyos casos pueden variar desde leves a graves. El nombre “afasia” se deriva del griego para significar “falta de habla”, y hay diferentes tipos de esta enfermedad. La etiología de la afasia se debe a una lesión o disfunción de alguna área del cerebro. Esto suele ocurrir como secuela de una lesión traumática, ictus, tumores cerebrales o enfermedades, como el mal de Alzheimer o Parkinson. La afasia afecta aproximadamente el 8 por ciento de las personas que tienen una lesión cerebral o una enfermedad de cerebro y un 90 por ciento de personas con ictus. La afasia afecta a diferentes aspectos del lenguaje, como la formación de palabras, la comprensión del lenguaje, la capacidad para expresar los pensamientos, la memoria verbal y la capacidad de interpretar información escrita.
Los profesionales médicos a veces clasifican la afasia en dos partes: afasia fluente y afasia no fluente. La afasia fluente se refiere a una enfermedad que afecta la producción del lenguaje, pero que no impide que una persona se comunique con éxito. Esta forma de afasia suele ser el resultado de una lesión en el hemisferio izquierdo del cerebro. Estas personas grandes problemas con la formación de palabras y frases, y su habla suele tener muchas pausas, palabras mal articuladas y repeticiones. La afasia no fluente se refiere a un estado en el que una persona no puede producir un lenguaje comprensible.
Esto es más común en los casos con daños al hemisferio derecho del cerebro.
Estas personas encontrarán difícil decir o pronunciar palabras o pueden tener dificultades para comprender el significado de las palabras. En algunos casos, una persona con afasia puede experimentar confusiones entre los sonidos utilizados para formar palabras.
Esto se conoce como afasia paralingüística.
Estas personas generalmente carecen de la capacidad para determinar la intención de un hablante con tan solo escuchar sus palabras. En los casos más graves, las personas pueden llegar a experimentar pérdida total de lenguaje comunicativo y habla. El tratamiento para la afasia implica generalmente el uso de terapias verbales específicas, así como la rehabilitación para mejorar la función cerebral. Estas terapias pueden incluir aprender palabras nuevas, enfatizar las palabras y las frases que ya se conocen, y trabajar los síntomas que afecten a la memoria a corto plazo. En algunos casos, otros tratamientos adicionales, como la psicoterapia cognitiva, se utilizan para ayudar a las personas a hacer frente a la enfermedad. En general, los resultados del tratamiento pueden variar considerablemente, dependiendo del tipo y el grado de la afección, y la respuesta individual a la terapia. Si bien algunos casos leves pueden remitir, son muchos más los casos graves y crónicos, en los que la enfermedad persiste y los síntomas no se alivian. Esto significa que los afectados también pueden experimentar ansiedad, depresión, sentimientos de frustración, soledad y agitación. El tratamiento debe buscar no solo mejorar la capacidad del paciente de comunicarse, sino también de mejorar su calidad de vida.