La aluminosis, a veces también llamada aluminicosis o corrosión por presencia de aluminio, es una forma de corrosión que se produce en el aluminio. Esto ocurre cuando la exposición al aire y la humedad causa la acumulación de óxido de aluminio. El proceso de la aluminosis puede ser extremadamente dañino al aluminio, lo que reduce su resistencia y puede provocar la rotura o la deformación. La aluminosis también se ha encontrado en otros metales, como el hierro y el cobre, en los que una capa de delgados óxidos se forma como resultado de la exposición al aire.
La aluminosis suele afectar principalmente los objetos de aluminio de construcción, como los tejados y otros materiales. Estas estructuras suelen repararse con revestimiento de aluminio, pero en algunos casos, la aluminosis puede desarrollarse y dañar el aluminio. La aluminosis también se produce en una variedad de aplicaciones industriales, donde el aluminio se expone a los agentes de corrosión.
La aluminosis puede presentar diversos grados de corrosión, desde una ligera oxidación superficial, hasta acanaladuras profundas y grietas. El proceso de corrosión comienza con la formación de una fina capa de óxido de aluminio (alfa alumina o Al2O3) sobre la superficie de aluminio. Esta capa protectora puede ser relativamente resistente a la corrosión, pero si el óxido se ablanda, se puede filtrar el agua a través de la superficie expuesta, lo que permite a los agentes químicos penetrar y dañar el metal.
La aluminosis puede progresar todavía más si los iones monovalentes, como el cloro, entran en el óxido y reemplazan al oxígeno.
La aluminosis suele limitarse a las áreas a las que el agua o los agentes corrosivos se les de un acceso limitado, como curvas, dovelas o zonas no brillantes. En general, la oxidación se vuelve más pronunciada allí donde hay humedad, lo que indica una necesidad de un impermeabilizante del techo adecuado. Para evitar la formación de aluminosis, hay procedimientos de preparación de superficie específicos para la aplicación de aluminio, que deben seguirse para la resistencia a la corrosión óptima y para la duración de la aplicación.
Estos incluyen la limpieza y desengrase con solventes, el decapado con ácido y el barnizado antes de la aplicación. Estos se pueden aplicar con barnices o recubrimientos de soldadura por extracción de fumar, lo que proporciona una barrera protectora contra la exposición a los elementos. También se puede usar un producto especial para reparar daños por aluminosis, que puede rellenar huecos dañados en el metal y reemplazar los óxidos que se hayan perdido. En resumen, la aluminosis es una forma de corrosión que se produce en el aluminio, lo que reduce su resistencia y puede provocar su rotura o deformación. Puede afectar objetos, estructuras y aplicaciones industriales, dependiendo de la exposición del metal a los agentes de corrosión. Los pasos de preparación de superficies específicos deben seguirse antes de aplicar el metal y los recubrimientos protectores pueden ser utilizados para prevenir y controlar la aluminosis.
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