La amigdalitis es una inflamación aguda de las amígdalas, que son pequeños bultos situados a cada lado de la parte posterior de la garganta. Aún no se conoce la causa exacta de la amigdalitis, pero se cree que se debe a una infección viral o bacteriana.
La enfermedad es más común en los niños y adolescentes.
Los síntomas de la amigdalitis suelen ser dolores de garganta, inflamación de las amígdalas, fiebre, dolor al tragar y mal olor en la boca. Si la infección está causada por una bacteria, los síntomas pueden ser peor en tratamientos con medicamentos.
Para diagnosticar y tratar la amigdalitis, se recomienda acudir al médico.
El médico examinará la garganta y realizará pruebas para identificar el organismo responsable.
Por lo general, los pacientes se tratan con medicamentos para el dolor como el paracetamol o ibuprofeno, y se les pide que descansen mucho. Pero los casos graves de la enfermedad que no se tratan adecuadamente pueden derivar en complicaciones como una infección más generalizada, abscesos amigdalianos, sinusitis, otitis media, neumonía, problemas en las articulaciones, meningitis y fístulas.
Para prevenir la amigdalitis, se recomienda a todos mantener una buena higiene oral, adecuada nutrición, y lavarse a fondo las manos con agua y jabón después de tocar objetos y superficies que hayan estado en contacto con las amígdalas o con una persona afectada.
La infección puede evolucionar rápidamente a un estado de enfermedad crónica si no se identifica y se trata correctamente a tiempo. Si su hijo o miembro de su familia presenta los síntomas de la amigdalitis, debe acudir al médico lo antes posible.