Un aneurisma es una condición potencialmente grave en la que una parte ámbito o irregular en el tejido muscular de una arteria puede formarse, lo que hace que el tejido muscular sea más débil.
Una masa de tejido anormal se forma en la pared de una arteria, lo que puede provocar que se hinche de un lado. Estas dilataciones, llamadas aneurismas, pueden ser acompañadas por síntomas como un aumento del tamaño de las extremidades, hinchazón y dificultad para moverse. Si no se detectan a tiempo, un aneurisma puede causar una apoplejía o un accidente cerebrovascular, y también puede producir la muerte.
Los aneurismas se dividen en dos categorías principales: los aneurismas aórticos y los aneurismas periféricos.
Los aneurismas aórticos son los más comunes y se producen en una sección de la aorta, que es la arteria más grande del cuerpo humano. Los aneurismas periféricos, por el contrario, se forman en cualquier otra arteria del cuerpo que no sea la aorta generalmente en una zona cercana a las piernas. Existen varios tipos diferentes de aneurismas, incluyendo aneurismas aórticos abdominales, aneurismas aórticos torácicos, aneurismas de la arteria carótida, aneurismas de la arteria vertebral, aneurismas de la arteria iliaca y aneurismas femorales.
La mayoría de los aneurismas aórticos son hereditarios y a menudo aparecen en las familias con antecedentes de la condición. La edad, el tabaquismo, la hipertensión arterial y el colesterol alto también pueden contribuir al desarrollo de los aneurismas. Los aneurismas a menudo pasan desapercibidos durante mucho tiempo, ya que los síntomas iniciales son leves o incluso ausentes. Sin embargo, algunos aneurismas pueden provocar síntomas, como dolor abdominal intenso, sensación de plenitud en la región abdominal, dificultad para moverse, dolor en la parte inferior del abdomen e incluso pérdida de sangre.
Una vez que los síntomas aparecen, puede ser necesario realizar una ecografía o una resonancia magnética para comprobar si se trata de un aneurisma. Los aneurismas leves y los aneurismas que no muestran signos de aumento de tamaño generalmente no requieren tratamiento. Sin embargo, los aneurismas que tienen un tamaño significativo o que aumentan en tamaño deben recibir un tratamiento medicamentoso o quirúrgico. El tratamiento medicamentoso implica restringir el flujo de sangre a los aneurismas y medicamentos para regular la presión arterial y el colesterol. El tratamiento quirúrgico implica colocar un garfio de metal o un dispositivo de plástico para evitar que el aneurisma se estire o se despliegue.
Los aneurismas son una enfermedad potencialmente mortal que puede requerir tratamiento inmediato.
Por esta razón, es importante prestar atención a los síntomas y estar siempre consciente de los factores de riesgo. Siexperimenta alguno de los síntomas descritos anteriormente, es importante acudir al médico lo antes posible para evitar ser víctima de una complicación potencialmente grave relacionada con un aneurisma.