El anisakis es un parásito en forma de gusano que a menudo se encuentra en moluscos y crustáceos. Su primera aparición se atribuyó a finales de los años noventa cuando los médicos informaron casos de enfermedad humana derivada del consumo de moluscos crudos o parcialmente cocidos. Esta criatura, que es un agente patógeno, se ha vuelto cada vez más común a medida que el consumo de pescado crudo aumenta tanto en Asia como en Occidente. El anisakis es un nematodo pequeño, que media aproximadamente entre 2 y 4 milímetros de longitud. El ciclo de vida de este parásito comienza cuando la hembra pone huevos que se hacen visibles a los ojos humanos como puntos blancos en la superficie de los moluscos. El huevo de anisakis se desarrolla hasta formar una larva, la cual infecta a los peces salvajes, los grandes cephalópodos y crustáceos. Estos animales infectados por la larva, luego se consumen por los seres humanos como alimento crudo. Una vez dentro del cuerpo humano, la larva puede alcanzar un tamaño de hasta unos 20 milímetros de longitud.
La principal preocupación relacionada con el anisakis es que puede desencadenar una enfermedad asociada.
La infección humana por anisakis se denomina anisakiasis y suele causar síntomas gastrointestinales como dolor abdominal, diarrea y vómitos. Aunque esta enfermedad generalmente no es muy grave, pueden aparecer complicaciones como inflamación, hemorragia y anemia. A medida que el parásito se desplaza a través del tracto digestivo, también puede provocar reacciones alérgicas que implican urticaria, hinchazón facial y una serie de síntomas respiratorios. La mejor manera de prevenir una infección por anisakis es evitar el consumo de moluscos crudos y/o parcialmente cocidos. Además, los pescados que se compren congelados deben descongelarse debidamente antes de ser cocinados el tiempo necesario. Si se sospecha que el alimento contiene anisakis, es recomendable congelarlo a -20°C durante una semana antes de descongelarlo y cocinarlo. Es importante señalar que el anisakis también se puede encontrar en frutos de mar no congelados, como las vieiras, que a menudo se consumen crudas. Esto hace que sea importante que los seres humanos sean conscientes de esta amenaza a la salud y sigan de cerca los consejos de la FDA para el consumo de alimentos o enfermedades.
En general, es aconsejable hacer que todos los alimentos de origen marino sean cocidos adecuadamente antes de su consumo para minimizar el riesgo de infectarse con anisakis y con otros virus, microbios y parásitos.
Si los seres humanos siguen estas medidas, pueden disfrutar de los alimentos marinos sin el riesgo de enfermedades relacionadas con el parásito de anisakis.