Las artralgias son dolores articulares que pueden ser agudos, crónicos o recurrentes, y pueden afectar un solo punto, una articulación o varias articulaciones simultáneamente.
Las articulaciones afectadas suelen ser flexibles, y el dolor varía según la causa subyacente.
Puede haber varias causas de artralgia, incluidos traumatismos, inflamación, infecciones, artritis reumatoide, degeneración articular, condiciones metabólicas y algunas formas de cáncer. Esta afección se ha relacionado con la edad, con un mayor riesgo para las personas mayores de 50.
Las artralgias se clasifican en dos categorías principales: artritis y artralgia.
La artritis es una enfermedad inflamatoria crónica de las articulaciones.
Es importante buscar ayuda médica, ya que los tratamientos para muchas de estas enfermedades se pueden retrasar si la artralgia no se detecta y trata de forma oportuna. Si la artralgia es debido a lesiones u otras afecciones relacionadas con el uso, el tratamiento incluye reducir la inflamación y el dolor mediante reposo, hielo, compresas, medicamentos (analgésicos), terapias físicas y tratamientos quirúrgicos.
Para evitar la aparición de artralgias, se recomienda mantener una dieta saludable, realizar actividad física regularmente, llevar un estilo de vida activo, controlar el peso corporal, llevar un buen calzado para el ejercicio, mantener una buena postura y evitar esfuerzos excesivos.
Además, se aconseja a los deportistas profesionales y aquellos que trabajan con pesos y vehículos pesados, realizar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento para prevenir lesiones muscular y articular. Por último, las artralgias suelen ser tratadas y controladas con éxito, y algunos trastornos subyacentes pueden curarse completamente. Asegúrate de que tu médico evalúe cualquier dolor que experimentes en tus articulaciones para determinar la causa subyacente y encontrar el tratamiento adecuado.