El término `au pair` proviene del francés y se traduce literalmente como `a la par` o `igual`. En el contexto de los servicios de cuidado de niños, un au pair es una persona, generalmente una joven, que vive con una familia anfitriona en un país extranjero y proporciona ayuda con el cuidado de los niños a cambio de alojamiento, comida y un pequeño salario.
Este arreglo permite a la persona au pair aprender sobre una nueva cultura y mejorar sus habilidades lingüísticas mientras ayuda a la familia anfitriona con sus necesidades de cuidado de niños.
El programa au pair se originó en Europa después de la Segunda Guerra Mundial como una forma de promover la comprensión cultural y la paz. Hoy en día, es una opción popular para las familias que buscan una solución de cuidado de niños flexible y asequible, así como para los jóvenes que buscan oportunidades para viajar y aprender sobre nuevas culturas.
El papel de un au pair puede variar dependiendo de las necesidades de la familia anfitriona, pero generalmente incluye tareas como llevar a los niños a la escuela o a actividades extracurriculares, ayudar con la tarea, preparar comidas para los niños y ayudar con la rutina de la hora de acostarse.
Algunos au pairs también pueden ayudar con las tareas ligeras del hogar, como lavar la ropa y limpiar las áreas comunes.
Para convertirse en un au pair, una persona debe cumplir con ciertos requisitos.
Estos pueden variar dependiendo del país y de la agencia de colocación de au pairs, pero generalmente incluyen tener entre 18 y 30 años, estar soltero y sin hijos, tener un nivel básico de habilidad en el idioma del país anfitrión y tener experiencia en el cuidado de niños.
Algunos programas de au pair también requieren que los candidatos tengan un permiso de conducir y un certificado de primeros auxilios. Una vez que una persona es aceptada en un programa de au pair, se le empareja con una familia anfitriona. Este emparejamiento se basa en una variedad de factores, incluyendo las necesidades de la familia, las habilidades y experiencias del au pair, y los intereses y preferencias de ambas partes. Una vez que se ha hecho un emparejamiento, el au pair se muda con la familia anfitriona y comienza su contrato, que generalmente dura entre seis meses y dos años.
Ser un au pair puede ser una experiencia increíblemente gratificante.
Permite a los jóvenes vivir en un país extranjero, aprender un nuevo idioma y experimentar una nueva cultura de primera mano. También puede ser una excelente manera de ganar experiencia en el cuidado de niños, lo cual puede ser útil para futuras carreras en la enseñanza, la pediatría, la psicología infantil y otras áreas relacionadas.
Sin embargo, también puede ser un desafío.
Los au pairs a menudo trabajan largas horas y pueden sentirse aislados o experimentar choques culturales. También pueden tener dificultades para navegar por las dinámicas familiares de su familia anfitriona o para manejar las expectativas y responsabilidades de su papel. A pesar de estos desafíos, ser un au pair puede ser una oportunidad única en la vida para viajar, aprender y crecer. Con la actitud correcta, la preparación adecuada y el apoyo de una buena agencia de colocación de au pairs, puede ser una experiencia positiva y enriquecedora tanto para el au pair como para la familia anfitriona.
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