La bradicardia es una condición médica donde el ritmo cardíaco es demasiado lento.

El ritmo normal del corazón humano se encuentra entre 60 y 100 latidos por minuto.

Si el número de latidos por minuto cae por debajo de 60, la person afectada sufre de bradicardia. El término bradicardia proviene de dos palabras griegas, bradys que significa `lento` y kardia que significa `corazón`. La bradicardia generalmente no causará síntomas, aunque a veces puede causar somnolencia, debilidad, desvanecimiento, cansancio o fatiga extrema. Si la bradicardia se vuelve grave, puede provocar síntomas como lipotimia, presión arterial baja, palpitaciones incómodas, dificultad para respirar o mareos. Otros posibles problemas de salud asociados con la bradicardia son una embarazosa sensación de tener la respiración interrumpida, confusión, problemas con el equilibrio y los movimientos, latidos cardíacos irregulares, dolor en el pecho y desmayos.

La bradicardia puede ser causada por una variedad de problemas de salud.

En muchos casos, la causa fundamental es una anomalía cardíaca congénita, como una enfermedad del seno o una conexión entre el átrio y el ventrículo que no se desarrolló correctamente. Estas anomalías pueden provocar disfunción en el trabajo del corazón y, si hay una válvula afectada, pueden provocar regurgitación o sangrado entre los miembros. La bradicardia también puede ser un resultado de la ingesta excesiva de drogas o alcohol, una enfermedad metabólica, un bloqueo del seno auricular (bloqueo AV), una infección viral grave, enfermedades autoinmunes, unhipertiroidismo, una lesión neurológica, fibrilación atrial o una cardiopatía isquémica.

Los médicos recurren a varias pruebas para diagnosticar la bradicardia, como electrocardiograma (ECG), ecocardiografía, radiografía de tórax y ecocardiografía con Doppler, así como pruebas de laboratorio como análisis de sangre y orina para determinar si hay alguna infección o trastornos metabólicos presentes.

Si hay síntomas, una persona puede recibir un medicamento llamado un marcapasos temporal para aumentar el ritmo cardíaco. Otros medicamentos usados para controlar la bradicardia incluyen medicamentos cardíacos, algunos medicamentos que se administran para tratar el bloqueo de AV o medicamentos antiepilépticos, como la carbamazepina. Esto incluye abordar la deficitaria función del corazón mediante la implantación de un marcapasos permanente, una ablación auricular (una prueba para eliminar la arritmia), el reemplazo de la válvula cardíaca o el tratamiento de cualquier anomalía cardíaca congénita.

Si se sospecha que la bradicardia es una manifestación de un trastorno subyacente, es importante recibir tratamiento para dicho trastorno. Para aquellos con bradicardia idiopática, en la que no se puede determinar la causa de la condición, se debe monitorear de cerca la velocidad cardíaca mediante un ECG y obtener revisones médicas regulares para asegurarse de que la condición no empeore.

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