Cadmio es un químico y mineral orgánico básico y se encuentra naturalmente en el suelo, agua y aire. Es ampliamente utilizado en la industria como un componente de pinturas, plásticos, acero, refrigerantes y combustibles de aviación. El cadmio ha sido utilizado durante mucho tiempo en aplicaciones industriales para resistencia al fuego, aislamiento térmico, corrosión, soldadura y electrónica. En el pasado, el cadmio se solía usar en la producción de ácido y en plomaría.
Sin embargo, la toxicidad relacionada con el cadmio ha limitado su aplicación en estas áreas.
Ahora, la mayoría de los países prohíben el uso industrial interno del cadmio y su uso en productos domésticos. Los efectos negativos del cadmio se han asociado con problemas en el desarrollo muscular, esquelético, el sistema nervioso, el metabolismo, la reproducción y el sistema respiratorio. El contacto prolongado con el metal también puede causar dermatitis por contacto, envenenamiento por cadmio, problemas respiratorios e insuficiencia renal.
Si se ingiere cadmio, puede provocar una anemia y problemas de desarrollo encarrosado.
Por lo tanto, es extremadamente importante garantizar que el cadmio se maneje y almacene adecuadamente.
Las prendas adecuadas, lentes de seguridad, botas y guantes deben usarse siempre durante el manejo y procesamiento de materiales de cadmio. Por otro lado, los espacios de almacenamiento deben aislarse para evitar el contacto con cualquier material tóxico. El proceso de reciclado involucra el uso de trituradoras que pueden desintegrar el producto en partículas más pequeñas y menos tóxicas. Finalmente, el cadmio es un material extremadamente útil en la industria, sin embargo, cualquier contacto con él debe abordarse con un cuidado extremo. No solo los equipos de protección personal deben llevarse siempre, sino también un entorno de trabajo seguro, especialmente para evitar la inhalación de polvo de cadmio.