La cantopexia es una técnica quirúrgica usada para repositionar la oreja en una posición normalizada luego de una deformación congénita o resultado de la colocación de implante o apósito para corregir la deformación.
La cantopexia se realiza bajo anestesia local y consiste en realizar pequeñas incisiones transversales en los laterales de la parte superior de la oreja.
Una vez expuesto el cartílago, las técnicas quirúrgicas varían ligeramente de acuerdo a la objetivo de la cirugía. Los procedimientos quirúrgicos más básicos pueden incluir la reposición y sutura de los cartílagos de la oreja dislocados, lo que ayuda a su reposicionamiento fijo. La técnica quirúrgica más invasiva es la cantoplastia, que implica la eliminación de tejidos aportados de la oreja para remodelar los cartílagos mal formados. Se hace una incisión en el lóbulo para quitar el exceso de piel y cartílago antes de realizar la cantopexia. Esta incisión permanece cerrada luego de la cirugía y deberá permanecer tal si se quiere conservar el resultado de la operación.
Sin embargo, hay una tendencia cada vez más grande para comenzar el tratamiento en edades cada vez más tempranas. Esto se debe a que el cartílago de la oreja aumenta en firmeza y forma con el tiempo y es más fácil de repositionar antes de esto, además de que es más probable obtener un buen resultado si se realiza a edades tempranas.
Es importante tener en cuenta que la cantopexia no es una solución definitiva, es necesario aplicar técnicas para asegurar un posicionamiento fijo de la oreja. Esto se puede lograr con el uso de láminas de piel para encerrar los cartílagos fracturados. La cantopexia también se ha utilizado para corregir la deformidad de las orejas cuando se ha colocado un implante, apósito u otro dispositivo para mejorar la estructura facial. El nivel de dolor y la duración de la recuperación dependen del grado de extensión del procedimiento. En los pacientes con deformidad leve, puede ser necesario un período de recuperación de dos a tres semanas antes de reincorporarse a las actividades normales. Los pacientes con deformidades mayores o cirugías más extensas requerirán una mayor cantidad de tiempo para recuperarse. En general, es recomendable que los pacientes se abstengan de actividades deportivas u otros movimientos vigorosos durante el periodo de curación. Se recomienda usar una almohada especial para reducir cualquier presión en el área afectada, así como usar una venda para disminuir cualquier movimiento en el área. Es importante mantener la zona de la oreja limpia y evitar ponerla en contacto con agua durante el proceso de curación. Puede ser útil para aplicar una pomada antibiótica y/o un antiséptico con un algodón durante los primeros días posteriores a la operación. El resultado final de la cantopexia depende del grado de deformidad del cartílago, el tipo de procedimiento quirúrgico y el nivel de experiencia del cirujano. Luego de la cirugía, pueden requerirse tratamientos a largo plazo para mantener la posición deseada de la oreja. Sin embargo, es de suma importancia recordar que la satisfacción con el resultado final depende del grado de deformidad y la meta establecida. No hay dos orejas iguales, por lo que es importante discutir con el cirujano plástico las expectativas y los resultados potenciales antes de realizar la cantopexia.
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