La cencellada, también conocida como escarcha blanca, es un fenómeno meteorológico de invierno que se produce en condiciones específicas de humedad y temperatura. Según las características atmosféricas, puede dar lugar a hermosos paisajes blancos y brillantes, pero también puede presentar desafíos para los seres humanos y los animales en términos de visibilidad y seguridad.
El término `cencellada` deriva del verbo español `cencerrear`, que describe el sonido producido por las campanas. Este término se utiliza para describir el tintineo que se produce cuando las diminutas gotas de agua se congelan antes de golpear la superficie, cubriendo todo con una brillante capa escarchada.
En este sentido, podría decirse que la cencellada es la forma en que la naturaleza `cencerrea` el invierno. Este fenómeno atmosférico sucede cuando la temperatura del aire es inferior a cero grados centígrados y existe suficiente humedad. Durante la cencellada, las gotas de agua en el aire se congelan inmediatamente al entrar en contacto con superficies sólidas, como los árboles, los coches o las señales de tráfico. Este efecto se debe a la superenfriación, un estado en el que el agua se mantiene líquida a temperaturas bajo cero gracias a la falta de nucleación, es decir, no tiene un punto donde empezar a cristalizar y convertirse en hielo.
La cencellada se diferencia de la helada en que la última ocurre cuando la humedad se condensa y se congela directamente en las superficies frías, sin la fase intermedia líquida. También es diferente de la nieve, que se forma en las capas altas de la atmósfera cuando las temperaturas son bajas. La cencellada puede ser blanca o transparente, dependiendo de si las gotas de agua se congelan lentamente o de manera instantánea, respectivamente.
Aunque la cencellada puede dar lugar a imágenes invernales magníficas, también puede ser peligrosa.
Las carreteras y las aceras pueden volverse extremadamente resbaladizas, aumentando el riesgo de accidentes.
Además, la acumulación de cencellada en líneas de energía o árboles puede causar cortes de energía o daños materiales debido a la caída de ramas. Existen varias técnicas para prevenir o mitigar los efectos de la cencellada, especialmente en carreteras y otras infraestructuras. Estos varían desde métodos químicos, como la dispersión de sal para derretir el hielo, hasta métodos físicos, como el uso de mantas térmicas o cables calefactores. Sin embargo, estos métodos solo pueden ofrecer una protección limitada y a menudo dependen de la predicción precisa del tiempo. En resumen, la cencellada es un fenómeno meteorológico invernal que se produce cuando las gotas de agua superenfriadas se congelan al entrar en contacto con superficies sólidas, cubriéndolas con una delicada y brillante capa de hielo.
Aunque puede dar lugar a paisajes espectaculares, también plantea desafíos en términos de seguridad y gestión de infraestructuras. A pesar de estos desafíos, la cencellada sigue siendo un aspecto fascinante y hermoso del invierno que merece nuestra apreciación y respeto.