La cinetosis, también conocida como mareo por movimiento, es una respuesta común que muchas personas experimentan cuando viajan en automóvil, tren, avión, barco o incluso en atracciones de parques temáticos. Conocida por producir náuseas, mareos y en algunos casos, vómitos, la cinetosis puede convertir rápidamente un viaje agradable en una experiencia muy desagradable. En términos médicos, la cinetosis es una condición que proviene del desequilibrio entre la visión y el sistema vestibular, que es el responsable de nuestra sensación de equilibrio y movimiento espacial.
Cuando nos movemos, la información sobre la dirección y la velocidad de nuestro movimiento es transmitida al cerebro a través de los canales semicirculares y las otolitos que se encuentran en el oído interno.
Simultáneamente, nuestra visión proporciona información adicional para corroborar la percepción de movimiento que se devuelve desde el oído interno. Sin embargo, cuando estos dos sistemas no están de acuerdo, el cerebro no puede interpretar la información de manera coherente y puede experimentar cinetosis. ¿Cuáles son los síntomas de la cinetosis? Además de los síntomas ya mencionados como náuseas, mareos y vómitos, otras manifestaciones de la cinetosis incluyen bostezos frecuentes, aumento de la salivación, palidez, sudor frío, fatiga y en ciertos casos también puede manifestarse como una sensación de desrealización o vértigo.
Estos síntomas normalmente desaparecen rápidamente una vez que el movimiento cesa, aunque en algunas personas pueden persistir durante algunas horas después de haber terminado el viaje.
La cinetosis puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad o estado de salud.
Sin embargo, hay ciertos grupos de personas que son más propensos a sufrir cinetosis, incluyendo a los niños entre las edades de 2 y 12 años, las mujeres embarazadas, las personas que padecen migrañas y aquellos que están tomando ciertos tipos de medicamentos.
También es importante mencionar que la sensibilidad a la cinetosis puede variar de una persona a otra y también puede variar en una misma persona en distintos momentos o bajo diferentes circunstancias.
La buena noticia es que existen varias técnicas y tratamientos para evitar o al menos disminuir la severidad de los síntomas de la cinetosis. Cambios en el comportamiento como mantener la mirada en el horizonte, evitar leer durante el viaje, sentarse en una zona del vehículo donde el movimiento es menos perceptible, como en la mitad de un barco o cerca de las alas en un avión, o simplemente cerrar los ojos, pueden ayudar.
Algunas personas encuentran útil las técnicas de relajación y respiración profunda, mientras que otras prefieren los remedios de venta libre o recetados por el médico para prevenir el mareo por movimiento.
Las técnicas de entrenamiento del sistema vestibular también pueden ser eficaces para algunos individuos.
Por ejemplo, los pilotos y los astronautas a menudo participan en programas que les ayudan a acostumbrarse a los rápidos cambios de movimiento para evitar la cinetosis. Además, hay que tener en cuenta que el cuerpo humano tiene la capacidad de adaptarse al movimiento. Por lo tanto, cuantas más veces uno se expone al movimiento que provoca el mareo (siempre y cuando el movimiento sea gradual y controlado), más probable es que el cerebro aprenda a procesar correctamente la información y se reduzca la posibilidad de que se produzca la cinetosis.
Por lo tanto, aunque la cinetosis puede ser molesta, por lo general no es seria.
Si usted experimenta cinetosis regularmente o si los síntomas son especialmente difíciles de manejar, hable con un profesional médico. Él o ella puede proporcionar información adicional sobre las opciones de tratamiento y sugerir estrategias para prevenir o minimizar los episodios de cinetosis.