La colitis es un término general que se refiere a la inflamación del colon.
El colon es una parte del sistema digestivo.
Está formado por seis pies de largo y se extiende desde el estómago hasta el ano. Este órgano recibe los alimentos y luego los descompone para absorber los nutrientes, agua y electrolitos. Normalmente, la colitis se debe a una infección bacteriana, pero también puede estar relacionada con el síndrome del intestino irritable o con algunas formas de enfermedades autoinmunes.
La colitis puede producir una variedad de síntomas desagradables.
Estos incluyen diarrea, calambres abdominales, heces con sangre o mucosidad, estreñimiento, pérdida de apetito y dolor abdominal. Los médicos generalmente usan la historia clínica y los resultados de pruebas de laboratorio para diagnostica la colitis. Estas pruebas pueden incluir una biopsia del colon, análisis de sangre, resonancia magnética y rayos X. Debido a que muchos tipos de colitis tienen síntomas similares, es probable que el médico solicite pruebas adicionales para descartar otras enfermedades que puedan causarlos. También se recomienda limitar la cantidad de alimentos grasos y procesados y beber suficiente agua cada día. Los cambios en el estilo de vida, como el descanso suficiente y la reducción del estrés, también pueden ayudar a prevenir la colitis. La colitis también puede ser potencialmente letal si no se trata adecuadamente, ya que puede causar una deshidratación severa o puede causar un bloqueo del colon que requiera una alimentación a través de un tubo.
Los síntomas pueden ser muy desagradables y pueden interferir con el día a día y la calidad de vida. Si padece colitis, es importante hablar con un médico sobre cualquier cambio en el estilo de vida o tratamiento para mejorar el control de los síntomas.