CPR (resucitación cardiopulmonar) es una técnica de primeros auxilios básica que se usa para salvar la vida de alguien que ha sufrido un paro cardíaco. Esta técnica consiste en la administración de compresiones torácicas para reanimar el corazón y presiones en los pulmones para reanimar el sistema respiratorio. Se puede usar la resucitación cardiopulmonar (CPR) para tratar una persona que se ha ahogado, ha sufrido una descarga eléctrica, ha sufrido un defecto del corazón, ha tomado una intoxicación con drogas, ha tenido un paro cardíaco o ha sufrido un ataque al corazón.
Durante la realización de la CPR, la persona afectada a menudo se coloca en el suelo, de preferencia sobre una superficie dura y plana, para que se realice de forma eficaz.
Las compresiones torácicas se logran presionando sobre el centro del pecho de la persona afectada.
El objetivo de estas compresiones es presionar el corazón y obligarlo a bombear la sangre.
Esta técnica incrementa la presión intratorácica, lo que permite que la sangre y los oxígenos circulen por el cuerpo. Para poder realizar eficazmente la CPR, se debe comprimir el pecho entre cinco y seis veces por segundo. Esto debe hacerse durante un minuto seguido, sin descanso, a fin de obtener los resultados deseados.
Las compresiones se pueden reverter con respiraciones boca a boca cada 5-6 compresiones.
Para aquellas personas que no están familiarizadas con la técnica, hay disponibles vídeos y cursos detallados que se pueden tomar para garantizar que la técnica se ajusta correctamente a los estándares de seguridad.
De esta manera, se puede obtener el máximo beneficio de la CPR y obtener los mejores resultados. Si se realiza adecuadamente, la CPR puede ayudar a preservar la vida de la persona afectada y prevenir la muerte por paro cardíaco. Es esencial que los miembros de la comunidad, sobre todo aquellos que pasan tiempo en entornos donde hay muchas personas, incluyendo colegios, empresas o compañías, estén preparados para realizar esta técnica, siendo conscientes de las implicaciones legales que podrían surgir de la misma.
Por ello, es aconsejable tomar clases de primeros auxilios, así como vídeos de instrucciones relacionadas con la CPR. Esto les ayudará a estar preparados para afrontar una situación de emergencia con confianza y tener la habilidad para realizar la técnica sin peligro.