La ecografía (también llamada ultrasonido) es una técnica médica de diagnóstico no invasiva que usa ondas ultrasónicas para generar imágenes en tiempo real de los órganos, los tejidos y los flujos sanguíneos dentro del cuerpo humano.

El procedimiento es usado comúnmente en ginecología, obstetricia, cardiología, perinatología y neonatología; también es usado en el diagnóstico de la enfermedad renales, vasculares y algunas otras enfermedades complejas del sistema digestivo.

La técnica de la ecografía usa un transductor, dispositivo físico conectado a un aparato de ecografía. Cuando el transductor es colocado sobre la piel, emite ondas sonoras ultrasónicas a través de la capa de piel y tejidos.

Estas ondas son transformadas en señales que son recibidas por el transductor de retorno.

Las señales recibidas son procesadas por una computadora, la cual compila los datos y los asocia con una imagen en color en la pantalla. Estas imágenes permiten a los técnicos médicos obtener una imagen tridimensional en tiempo real, haciendo que este procedimiento sea mucho más preciso que observar las imágenes de un escáner computarizado o una radiografía.

El diagnóstico mediante ecografía es ahora más común que nunca.

Estudios han mostrado que es útil para el diagnóstico de una variedad de enfermedades y problemas médicos, desde el diágnostico temprano del embarazo hasta el monitoreo de la circulación sanguínea dentro del corazón.

Los beneficios de la ecografía son muchos, incluyendo la no necesidad de exposición al rayo X, la falta de riesgos para el paciente y el hecho de que los procedimientos son rápidos, sencillos y económicos.

Además de los usos en entornos médicos, la ecografía también es de uso común en varias industrias.

Estas incluyen la industria farmacéutica y cosmética para observar la presencia de materiales en productos.

Como la ecografía es capaz de ver a través de los materiales, es útil para ver si un material contiene el ingrediente correcto. El uso de la ecografía ha aumentado dramáticamente en los últimos años y se espera seguir siendo cada vez más importante en los campos del diagnóstico y el monitoreo de la salud.

A medida que los técnicos y los médicos siguen mejorando aún más los equipos de ecografía y desarrollando nuevas técnicas, las imágenes cada vez son más precisas. La ecografía proporciona una imagen detallada de órganos y tejidos sin usar los rayos X y los dispositivos de desplazamiento magnético. Esta técnica de diagnóstico no invasivo es seguro, eficaz, de bajo costo y útil para una amplia gama de usos. Gracias a su versatilidad, falta de riesgos y cobertura en una variedad de campos, es fácil ver la razón de su creciente popularidad.