¿Qué es el baking en maquillaje?
En el mundo del maquillaje, la técnica del baking ha ganado una popularidad significativa en los últimos años, especialmente gracias a influencers y profesionales del maquillaje que la han posicionado como un método infalible para lograr un acabado impecable y duradero. Pero, ¿realmente entendemos qué implica el baking y cómo podemos incorporarlo en nuestra rutina diaria? En este artículo exploraremos en profundidad esta técnica, desglosando sus fundamentos, ventajas, cómo aplicarla correctamente, y consejos para obtener los mejores resultados.
Origen y definición del baking en maquillaje
¿De dónde viene esta técnica?
El término baking proviene del inglés, que significa literalmente «hornear». En maquillaje, hace referencia a un método donde se aplica una cantidad generosa de polvo translúcido sobre áreas específicas del rostro y se deja actuar durante varios minutos, como si el maquillaje se «horneara» en la piel.
Este proceso permite fijar de manera eficaz el corrector, el maquillaje y otros productos en la piel, eliminando brillos, líneas de expresión visibles y proporcionando un acabado mate y uniforme. La técnica surgió inicialmente en Hollywood, utilizada por maquilladores profesionales en sets de filmación para que el maquillaje resistiera largas horas de grabación sin alterarse.
¿Qué es exactamente el baking?
El baking consiste en aplicar una capa gruesa de polvo translúcido en las zonas donde se busca iluminar o fijar el producto, por ejemplo debajo de los ojos, la zona T, o el área de las comisuras de la boca. Este polvo se deja «reposar» durante aproximadamente 5 a 10 minutos para que la transpiración y el calor corporal actúen; luego se remueve el exceso con una brocha o esponja, dejando un acabado muy natural, sedoso y duradero.
Baking en maquillaje: ¿Cómo y dónde aplicarlo?
Zonas ideales para el baking
Si hay que destacar las áreas donde el baking ofrece un mayor impacto, estas son:
- Debajo de los ojos: El corrector se fija y potencia la luminosidad, ayudando a disimular ojeras.
- Zona T (frente, nariz, barbilla): Para controlar la humedad y evitar brillos durante el día.
- Área del contorno: Donde aplicamos iluminador para potenciar los ángulos del rostro.
- Laterales de la nariz: Para evitar que los poros se vean más marcados.
Materiales para aplicar el baking
Para lograr un buen resultado, es fundamental utilizar herramientas adecuadas. Nosotros recomendamos:
- Polvo translúcido: Preferiblemente suelto y fino, sin partículas que aporten brillo o color.
- Esponja o esponja de maquillaje húmeda: Para aplicar el polvo y distribuirlo de forma uniforme.
- Brocha grande y suave: Para retirar el exceso de polvo después del período de «horneado».
Paso a paso para un baking perfecto
- Preparación de la piel: Limpiamos e hidratamos correctamente el rostro. Luego aplicamos primer y base como de costumbre.
- Aplicación de corrector: En las áreas que queremos iluminar y fijar, como debajo de los ojos o el entrecejo.
- Uso del polvo translúcido: Con una esponja húmeda, presionamos el polvo sobre estas zonas en cantidad generosa.
- Tiempo de espera: Dejar actuar el polvo alrededor de 5-10 minutos para que se asiente el maquillaje.
- Eliminar exceso: Con una brocha limpia y suave, retiramos cuidadosamente el polvo excedente sin arrastrar el maquillaje.
- Finalización: Continuar con el resto del maquillaje, como aplicar rubor, iluminador o contorno.
Ventajas y consideraciones del baking en maquillaje
Ventajas principales
Incluir la técnica de baking en nuestra rutina puede traer diversos beneficios:
- Mayor duración: El maquillaje se mantiene intacto durante horas, especialmente en áreas problemáticas.
- Acabado impecable: Ayuda a difuminar imperfecciones y líneas finas, otorgando un aspecto suave y luminoso.
- Control del brillo: María el exceso de grasa y evita el brillo no deseado, ideal para pieles mixtas o grasas.
- Potenciador del iluminador: Si se aplica en áreas estratégicas, intensifica el efecto de luz y contraste natural del rostro.
Aspectos a tener en cuenta
Como en toda técnica, el baking también presenta algunos puntos que debemos considerar para evitar malos resultados:
- No exagerar con la cantidad de polvo: Aplicar demasiado polvo puede generar un efecto «cakey» o pesado.
- Adecuar la técnica a nuestro tipo de piel: En pieles muy secas o sensibles, el baking puede resecar demasiado zonas delicadas.
- Errores comunes: No retirar bien el exceso de polvo puede dejar parches visibles.
Baking y tipos de piel
Esta técnica funciona especialmente bien para pieles mixtas y grasas, dado que ayuda a controlar el exceso de sebo y prolonga la fijación del maquillaje. Sin embargo, para pieles secas se recomienda realizarla con moderación y siempre preparar muy bien la piel con hidratantes profundos para evitar que el polvo marque zonas de resequedad.
Preguntas frecuentes sobre el baking en maquillaje
¿El baking es adecuado para todos los tonos de piel?
Sí, el baking puede adaptarse a todos los tonos siempre que utilicemos un polvo translúcido que no altere el color natural de la piel. Es esencial elegir productos que se integren bien con nuestro maquillaje base para evitar resultados blanquecinos o fantasmagóricos.
¿Puede el baking perjudicar la piel?
Cuando se realiza correctamente y con productos adecuados, el baking no daña la piel. No obstante, la acumulación excesiva de polvo o no retirar bien los restos puede obstruir los poros o resecar la piel. Es fundamental una buena limpieza facial después de retirar el maquillaje para mantener la salud cutánea.
¿Se puede usar el baking en maquillaje diario o es mejor para ocasiones especiales?
Aunque inicialmente esta técnica era popular en ocasiones especiales o fotografía profesional, actualmente muchos la incluyen en su rutina diaria para obtener mejor fijación y acabado. Sin embargo, en maquillaje sencillo y rápido puede optarse por métodos más ligeros, reservando el baking para cuando se desea un look más elaborado o duradero.
En definitiva, el baking es una técnica que, bien aplicada, puede transformar notablemente nuestro maquillaje, haciendo que luzca más pulido, luminoso y duradero.
Esperamos que esta guía detallada sobre el baking en maquillaje haya sido útil para comprender cómo aprovechar al máximo esta tendencia y adaptarla a nuestras necesidades personales. ¡Experimentar y ajustar los tiempos y cantidades será clave para lograr un look impecable y personalizado!


