El Caso Negreira es un caso de delincuencia sexual conocido en Chile a fines de la década de 1990. El caso involucra a José Negreira, un presunto abusador sexual conocido como `El rey de las Caletas`, así como a varios cómplices, acusados de abusar sexualmente de niños de la región.
Los hechos lanzaron luz sobre la historia siniestra de una red de criminales dedicados al abuso sexual infantil en la zona y provocaron protestas estudiantiles masivas y grandes manifestaciones públicas en la región en contra de los presuntos abusadores.
El caso también fue destacado mucho tiempo después en otros lugares de Chile.
Los hechos del caso se remontan al año 1995, cuando varios niños en el sur de Chile comenzaron a denunciar el abuso sexual de parte de adultos.
Los menores afectados eran conocidos como los `niños escondidos`.
Estas denuncias surgieron luego de que un grupo de menores hiciera un video en las cercanías de Valparaíso para mostrar al mundo lo que les había ocurrido. Las autoridades emprendieron una investigación y descubrieron que varios adultos estaban involucrados en una red de trata de niños, donde los menores eran explotados sexualmente. Los acusados incluían algunos miembros prominentes de la comunidad, entre ellos Jose Negreira, el presunto jefe de la red de trata de niños. Los cómplices de Negreira incluían un policía, la médica de la región, un religioso y varios adultos más.
Los acusados fueron capturados y procesados por sus crímenes.
El juicio fue seguido por un gran número de medios y la condena en el caso Negreira el 18 de agosto de 1996. Los niños de la zona fueron profundamente afectados, no sólo por el trauma de haber sido abusados, sino también por la inseguridad que significa no tener fe en las personas a su alrededor.
El impacto de los hechos se sintió especialmente entre las mujeres nacidas en la misma región, quienes perdieron la confianza en varios aspectos de la vida social. El Caso Negreira disminuyó el número de abusos infantiles en la región en el corto plazo, pero su impacto a largo plazo fue aún mayor. Se formaron organizaciones locales y nacionales que buscan ayudar a los niños y prevenir y erradicar el abuso sexual infantil. Estas organizaciones ofrecen servicios de prevención, educación e investigación para la lucha contra el abuso infantil. El caso Negreira es una fuerte advertencia para aquellos que cometen actos de violencia y abuso sexual infantil. Los crímenes cometidos por los acusados en el caso son extremadamente inhumanos y afectarán a las víctimas y a sus familias durante años. El caso también demuestra el poder de la unión y el compromiso de mantenerse unidos para luchar por la prevención y la justicia.