El cero absoluto es una magnitud de temperatura equivalente a -273.
15°C (-459.
67°F).
Es la temperatura más baja posible, a la que se pueden reducir cualquier sustancia y generalmente se considera como el punto de origen para medir temperaturas. La escalada Kelvin utiliza a esta temperatura como su primera unidad, por lo que el cero absoluto suele escribirse como 0 K. Muchos científicos han tratado de adquirir el conocimiento necesario para alcanzar esta temperatura durante décadas, pero sigue siendo un tema muy complejo. El descubrimiento del cero absoluto como una temperatura definitiva se lo atribuye al físico alemán Wilhelm Carl Werner Otto Fritz Franz Leopold Ritz, que en 1848 publicó una serie de trabajos acerca de la Ley de Enfriamiento de Newton.
Ritz fue el primero en proporcionar una visión matemática sobre los conceptos de potencia absorbida por un cuerpo, calor intercambiado entre objetos y la simétrica entre el calor absorbido y emitido.
Basado en esto, Ritz identificó el cero absoluto como el nivel más bajo de la temperatura. Más tarde, Sir William Thomson, más conocido como Lord Kelvin, vio el trabajo de Ritz y fue elogiado por los científicos por proporcionar una base matemática más precisa para el concepto de cero absoluto.
Esto, junto con su contribución al desarrollo de la escala Kelvin, le valió el honor de ser recordado por la frase «Cero absoluto» y, por lo tanto, esta frase se usa a menudo para referirse a esta temperatura.
Uno de los principales problemas con el concepto del cero absoluto es que todavía se necesita un considerable esfuerzo para verificar la existencia de esta temperatura con pruebas experimentales. Esto se debe a que algunos de los principios de la física no son compatibles con los resultados de alcanzar esta temperatura. Por ejemplo, la teoría de la mecánica cuántica habla en contra de la existencia de un estado de movimiento totalmente detenido. No obstante, el concepto del cero absoluto es universalmente aceptado como uno de los principios fundamentales de la física y, por lo tanto, sigue siendo un tema de estudio para muchos científicos.
Muchos trabajos se han realizado en el campo, incluyendo la investigación relacionada con la tecnología de enfriamiento rápido para alcanzar temperaturas extremas. Estos estudios también han procurado la posibilidad de alcanzar temperaturas extremes cada vez más cercanas al cero absoluto. En conclusión, el cero absoluto es un concepto fascinante de la física que sigue siendo objeto de debate entre los científicos. Aunque parece imposible alcanzar esta temperatura exacta, los científicos han trabajado incansablemente para aprender cómo llegar a temperaturas extremadamente bajas. El avance en la tecnología de refrigeración rápida ha intentado acercarse a ésta, al tiempo que plantea nuevos enfoques y métodos para alcanzar el cero absoluto.