El corredor de la muerte es un término utilizado para referirse a un conjunto de celdas carcelarias en donde se alojan presos marcados para ser ejecutados por una sentencia capital, por lo general mediante inyección letal.

Aunque el término se suele utilizar más comúnmente en referencia a presos en Estados Unidos de América, existen corredores de la muerte en varios países del mundo que aplican la pena de muerte.

Según la Real Academia de la Lengua Española, el término se definne como «una sala ladrido que está separada del resto de la sección de la prisión en la que se alojan los condenados a muerte hasta que se ejecute la pena».

Esta definición se aplica a cualquier instalación que aloja presos por un corto periodo de tiempo hasta su ejecución. En los Estados Unidos, el corredor de la muerte es considerado una de las formas más duras de pena de muerte que se emplea. Los presos condenados a muerte son trasladados a un centro de detención especial que se encuentra adentro de la prisión. Este lugar proporciona superior seguridad a los demás reclusos e impide que entren o salgan personas no autorizadas. Una vez en el lugar, los presos son vigilados las 24 horas del día, los 7 días de la semana.

Estos presos raramente se les otorgan licencias de alguna clase.

Además de las altas medidas de seguridad, el corredor de la muerte ofrece otros servicios para los reclusos asignados allí. Estos incluyen educación de último minuto y los abogados de oficio les asisten con cualquier documentación que requieran. Esto les ayuda a asegurarse de que el proceso no es interferido por problemas legales, asegurando que el último proceso del preso es justo y legal.

Sin embargo, este lugar no siempre cumple con el objetivo esperado.

Los detenidos tienen limitaciones en cuanto al contacto con el mundo exterior, lo cual puede generar que los presos tengan problemas emocionales por el largo periodo en el que se encuentran aislados.

Se ha visto que hay presos que pierden la esperanza y suavizan su comportamiento hasta el punto que interfiere con la ejecución de su sentencia. De todos los países, Estados Unidos tiene la mayor cantidad de condenados a muerte alojados en los corredores de la muerte.

Las últimas cifras indican que hay alrededor de dos mil presos en este lugar.

En años recientes, el número de condenados a muerte ha disminuido en Estados Unidos, lo cual reduce el número de presos encarcelados en el corredor de la muerte, aunque todavía hay presos allí cumpliendo sus sentencias.

Si bien no hay un consenso en la opinión pública acerca de la pena de muerte, sí es un hecho que el corredor de la muerte es un lugar con limitaciones severas para los presos, lo cual puede ser una decisión moralmente controversial y una de las más trágicas formas de ejecutar una sentencia de muerte.

Esta controversia ha sido reconocida como una de las principales razones por las cuales la pena de muerte se está aboliendo en muchos países.