El Estado es un concepto que, desde hace más de dos siglos, viene siendo cada vez más referido por la historia y la teoría política. El Estado, a grandes rasgos, puede definirse como una entidad política centralizada –ya sea una monarquía, una república, una federal u otra forma–, que ejerce autoridad sobre una determinada población y territorio determinado, con el objetivo de garantizar el cumplimiento de sus leyes y el orden social.
Típicamente, el estado también se considera como el único sistema con el poder suficiente para imponer la supremacía de la ley y garantizar un orden estable dentro de sus fronteras.
El concepto de Estado es sumamente antiguo.
Los estados han existido de una forma u otra desde la antigüedad, donde se definían como un reino gobernado por una monarquía o como un conjunto de ciudades-estado como Esparta y Atenas.
Al surgir y comenzar a expandirse la humanidad, el concepto de Estado se ha ido desarrollando y cocinando hasta llegar a lo que hoy conocemos. En este sentido, vale la pena mencionar que en la antigüedad se creía que el Estado como un ser superior con una mística inherently para gobernar a todos los ciudadanos. Durante el periodo medieval, las naciones europeas empezaron a desarrollar ciertos conceptos modernos de Estado, comenzando por Francia. Esto marcó el inicio de la modernidad política y también el nacimiento de la soberanía del Estado. Fue durante este periodo que el papel del Estado como `Gobernante Supremo` comenzó a tomar forma. En la época moderna, los Estados han adoptado una variedad de estructuras y sistemas, aunque la mecánica en general sigue siendo la misma. Los Estados son ahora mucho más complejos y tienen formas mucho más sofisticadas para garantizar la justicia y la seguridad de sus ciudadanos. Los Estados modernos tienen casi todos una forma de gobierno, generalmente democrática, con una división de poderes para evitar el abuso y la corrupción. La soberanía de un Estado está ahora respaldada por muchos componentes legales y políticos para mantener el equilibrio y la estabilidad de su sociedad. Además de ejercer autoridad sobre los intereses de los ciudadanos, los Estados también se encargan de la administración de los asuntos mundiales. Ejemplos de ello son la creación de programas internacionales para el desarrollo económico y el pleno reconocimiento de países soberanos a nivel mundial. En resumen, el Estado es la entidad política centralizada responsable de garantizar el cumplimiento de la ley y el orden en un país específico. Esto se logra a través de un mecanismo de gobierno, el cual es determinado por el pueblo a través de determinadas leyes y estructuras que dictan cómo debe funcionar el estado.
Un estado moderno también debe hacer frente a una variedad de retos globales para mantener la paz y promover el desarrollo.