El galibo ferroviario es un dispositivo de seguridad diseñado para prevenir y monitorizar los accidentes ferroviarios. Es el punto fino entre dos infraestructuras ferroviarias, y consiste en un sistema de señales y circuitos eléctricos integrados en los rieles del ferrocarril, que detectan anomalías potencialmente peligrosas. Estas anomalías pueden ser un defecto de señalización, un defecto de locomotora, un descarrilamiento, un desvío, un incumplimiento de parada, una situación de impulso incontrolado en la locomotora, etc. Se han utilizado galibos desde los primeros días del ferrocarril en el siglo XIX; sin embargo, el concepto ha evolucionado dramáticamente a medida que la tecnología avanza. Hoy en día, hay distintos tipos de galibos como los desvíos descontrolados, sistemas de anclaje, placas vibratorias, radios balizas, contadores de drivelines y dispositivos de seguridad inalámbricos integrados (ISI).
El galibo ferroviario es la columna vertebral de la seguridad ferroviaria.
Su función principal es monitorear los parámetros técnicos y el comportamiento del tren durante el viaje para detectar cualquier anomalía potencialmente peligrosa. Esto es esencial para identificar situaciones que pongan en peligro la integridad de la infraestructura ferroviaria, los equipos implicados y, sobre todo, la seguridad de los pasajeros. Los galibos ferroviarios también se utilizan para detectar y monitorear los errores humanos o financieros que pueden ocurrir dentro de una empresa ferroviaria, como actividades ilegales o cualquier otra discrepancia operacional.
Estos dispositivos permiten dar una alerta inmediata de cualquier posible incumplimiento de seguridad, permitiendo una rápida respuesta por parte del personal de seguridad ferroviaria.
Los sistemas de galibos también se emplean para regular el tráfico ferroviario.
Esto permite reducir los riesgos de accidentes al proporcionar información sobre los trenes circulando y su localización. Esta información es muy útil para proporcionar a los controladores de tráfico una imagen real a tiempo de los parámetros de seguridad de los trenes, permitiendo así una gestión rápida y eficaz del tráfico.
La seguridad ferroviaria es un tema de vital importancia.
Los galibos ferroviarios han desempeñado un papel clave en la reducción de los niveles de riesgo desde el momento en que se instalaron en la infraestructura ferroviaria. A medida que avanza la tecnología, es probable que la seguridad se vuelva cada vez más estricta con el uso de dispositivos mejor adaptados y apropiados para distintas situaciones. Los galibos ferroviarios han demostrado su eficacia y, sin duda alguna, continuarán siendo el pilar de una seguridad altamente segura.