El humanismo es un término amplio que se refiere a la filosofía, los valores y la práctica social que se ponen como prioridad el bienestar humano y el desarrollo moral. El humanismo es un movimiento intelectual y cultural que se originó en el siglo XIV y se desarrolló hasta convertirse en la filosofía dominante del Renacimiento. Se fundamenta en que la persona humana y sus experiencias son más importantes que el simple conocimiento de los hechos. El humanismo también se refiere a una forma de pensar que se preocupa por la comprensión humana y una apreciación de la individualidad y la libertad. En primer lugar, el humanismo reconoce la importancia de la razón humana como la mejor forma de entender el mundo. Esto significa que los humanistas promueven un uso crítico de la lógica y el razonamiento al tratar de resolver los problemas de la humanidad. Esto se distingue de otras formas de pensamiento, como el feudalismo, que están basadas en la indecisión y la obediencia. A través del uso de la razón, los humanistas pretenden comprender la naturaleza y los derechos de la persona humana.
En segundo lugar, el humanismo señala una preocupación por el bienestar humano.
Esto significa que los humanistas abogan por la igualdad, la justicia y el desarrollo.
Esto subraya que el bienestar humano está conectado a un entorno favorable, y, como tal, los humanistas abogan por la erradicación de la injusticia, la creación de programas exitosos de desarrollo sostenible, y la lucha contra el hambre, el trabajo forzado y otros problemas sociales.
El humanismo también se caracteriza por un alto grado de libertad personal.
Esto significa que los humanistas viven según sus propios valores y no están sujetos a otros modelos aprobados por la sociedad o la autoridad. Esta filosofía destaca que la persona humana debería tener un mayor grado de autonomía y libertad, sin estar sujeta a la esclavitud u otras restricciones. Esto lleva a los humanistas a abogar por la libertad de expresión, el respeto por la vida privada y las libertades civiles. La cultura es la base del humanismo, ya que los humanistas no sólo abogan por la razón, sino que también valoran la creatividad, el encanto y la oportunidad de aprender a través de la práctica.
Esto hace que el humanismo sea un movimiento relacional, que apoya el desarrollo intelectual y moral tanto para las personas como las comunidades. Esta cultura no es solo útil para entender el pasado, sino para crear el futuro, ya que aboga por la justicia, la equidad, la autodeterminación y la autorrealización. Esto significa que los humanistas reconocen la inmensa variedad de lenguajes, culturas, religiones y formas de vida en el mundo. Esto subraya la importancia de la pluralidad, la empatía y la solidaridad entre las personas, introduciendo nuevas y más poderosas formas de compartir el conocimiento, el bienestar y el poder. En conjunto, el humanismo es una filosofía que aboga por el respeto por la dignidad inherente de la persona humana, así como la igualdad, la justicia y el desarrollo. Destaca la importancia de la razón, el bienestar humano, la libertad personal, la cultura y la solidaridad. Esto significa que los humanistas abogan por una mayor libertad intelectual, un mayor místico con la naturaleza, así como un mayor respeto por los derechos humanos.