El patrimonio de una persona es el conjunto de bienes y derechos que se tienen o se pueden adquirir. El término `patrimonio` normalmente se refiere a los bienes materiales, aunque limitar la definición a bienes físicos y monetarios sería un error importante.
El patrimonio incluye tanto los derechos de propiedad como los recursos tangibles.
El patrimonio de una persona también incluye los títulos, propiedades intelectuales, derechos de autor, patentes, marcas comerciales y similares. Estas propiedades intangibles forman parte de la riqueza de una persona, pero no son físicas como los bienes materiales. El patrimonio de una persona también incluye los elementos financieros, como el efectivo, cuentas bancarias, inversiones (acciones, bonos, fondos mutuos y otros instrumentos financieros), así como los ahorros para la jubilación.
Estas formas de patrimonio generalmente se consideran el valor neto de la persona.
Se calcula la diferencia entre los activos y los pasivos.
Es decir, el patrimonio es la cantidad que queda después de descontar los pasivos (la cantidad total que se debe a otros). Además, el patrimonio también incluye los seguros con los que se protege el patrimonio de la persona. Estos incluyen el seguro de vida, el seguro de propiedad, el seguro médico y el seguro de responsabilidad civil, entre otros. Estos seguros ofrecen a la persona y a sus familiares protección financiera y emocional en el caso de una emergencia. Además, el patrimonio incluye los bienes culturales y personales, como bienes inmuebles artísticos, memorabilia y otros elementos personales de la familia. Esta parte del patrimonio de una persona puede incluir fotografías, fuentes primarias, libros, documentos antiguos, artefactos históricos, joyas y antigüedades. A menudo, son la prueba tangible de la experiencia personal o la historia de la familia. Estas relaciones tienen el potencial de mejorar la vida de una persona y ayudarla a prosperar. Las relaciones profesionales y personales tienen el potencial de aportar un valor financiero a la persona. Por último, pero no menos importante, el patrimonio de una persona incluye su estado de salud. El estado de salud a largo plazo puede influir en la riqueza financiera de la persona, ya que las enfermedades pueden interrumpir su capacidad para trabajar y generar ingresos. Por lo tanto, una dieta saludable, ejercicio regular y estilos de vida saludables pueden ayudar a preservar el patrimonio de una persona. De esta manera, el patrimonio de una persona abarca bienes materiales, inversiones financieras, seguros, bienes culturales y personales, relaciones profesionales y personales y la salud de una persona. Una buena administración de estos recursos puede ayudar a una persona a maximizar su patrimonio y mejorar su calidad de vida.