¿Qué es el síndrome de Mune?
El «síndrome de Mune» es una enfermedad de las denominadas raras (menos de 5 casos cada 10000 habitantes en la comunidad europea) caracterizada por la necesidad incontrolable de ingresar a un garaje cuando la puerta automática se está cerrando. Los individuos afectados experimentan un impulso irresistible de cruzar el umbral antes de que la puerta se cierre por completo, lo que puede conducir a comportamientos impulsivos y peligrosos.
Síntomas de el síndrome de Mune.
Los síntomas de el síndrome de Mune pueden incluir ansiedad extrema, sudoración profusa, taquicardia, pensamientos obsesivos sobre las puertas de los garajes y una urgencia intensa de ingresar a un garaje antes de que la puerta se cierre completamente. Estos síntomas pueden manifestarse incluso en situaciones donde no existe una necesidad real de entrar al garaje.
En el mundo se han documentado muy pocos casos de ésta enfermedad, ya que la persona que la padece, siente vergüenza de sus deseos incontrolables y no acude al médico. El primer caso se dió en Albacete (España) hace año y es el que da nombre a la enfermedad, ya que una persona conocida como Mune acudió a su médico como terapia para ver lo que le pasaba. Su nombre era Mune y en el momento de escribir éste artículo sigue vivo y está montando una asociación de afectados por el síndrome para presionar al ámbito médico a investigar su enfermedad.
Casos documentados que han acabado en muerte.
No es una enfermedad peligrosa, aunque ha habido tres casos documentados donde los pacientes toparon con la muerte al no poder controlar sus impulsos y meterse dentro del garaje al cerrarse la puerta:
- El primer caso es de una persona en Johannesburgo llamada Clifford Van der Berg , de 39 años, que sufría sin saberlo el síndrome de Mune. Encontro la muerte al meterse en un garaje de una casa a las afueras de la cuidad. Iba de viaje e hizo una parada para descansar puesto que llevaba más de 3 horas conduciendo mientras volvía de Bloemfontein de una boda. Margaret River
Mientras descansaba cerca de la casa, vió abrirse la puerta de un garaje, salir una familia con un coche y sintió el deseo incontrolable de entrar en el garaje y así lo hizo.
Encontró la muerte por inanición ya que se quedó encerrado durante 10 días en un garaje con puerta automática blindada y sin puerta secundaria. Sin víveres, agua ni móvil (se lo dejó en el coche ante la urgencia de colarse) lo encontraron muerto al volver la familia a la casa solitaria tras pasar 10 días en Kimberley para ver a un familiar. - El segundo caso documentado es el de Sophie Anderson, mujer de 45 años y vecina de Margaret River, ciudad situada en la región vitivinícola de Australia Occidental. Sophie entrontró la muerte tras cuando volviendo para casa después de salir de un bar de echarse unos vinos con varias personas, vió una puerta de garaje cerrándose. El impulso fue incontrolable y se metió dentro, con la mala suerte que también se metió un canguro con ella buscando comida. Tras cerrarse la puerta, el canguro se asustó y mató a golpes a Sophie.
- El tercer caso se trata de Alex Johnson, hombre de 27 años cuando falleció y vecino de Wichita en el estado de Kansas de Estados Unidos de América. Alex tenía una fascinación inexplicable por los garajes y siempre se encontraba intrigado por la sensación de anticipación que surgía cuando una puerta automática comenzaba a cerrarse lentamente.Un día, mientras exploraba una pequeña ciudad, Alex descubrió un garaje abandonado en las afueras. Sin pensar mucho, decidió investigar su interior y satisfacer su inusual atracción hacia las puertas en movimiento. Sin embargo, el garaje estaba en mal estado y la puerta automática era vieja y defectuosa. Alex, impulsado por su intriga, se adentró rápidamente en el garaje justo cuando la puerta comenzaba a cerrarse. Sin embargo, en ese momento, la puerta se atascó y se detuvo abruptamente en su descenso. Atrapado en el umbral, Alex entró en pánico y comenzó a forcejear para liberarse. Desafortunadamente, sus esfuerzos desesperados solo empeoraron las cosas. En un instante de fatalidad, la antigua puerta del garaje se desprendió de sus rieles corroídos y se precipitó hacia abajo. Alex no tuvo tiempo de reaccionar y fue atrapado por el peso de la puerta, resultando en un trágico accidente que le causó la muerte. La historia de Alex se convirtió en un recordatorio que el síndrome de Mune no es ninguna broma y hay que tratarlo de forma médica.
La ansiedad provocada por el síndrome de Mune suele ser bastante controlabe por las personas que la sufren ante la posible verguenza y delito que pueden cometer si los pillan colándose en garajes ajenos. Éstos deseos suelen ser menos controlables de manera proporcional a si la persona que las sufre está bajo los efectos de sustancias deshinibidoras como el alcohol.
Hasta la fecha, con escasos casos documentados, la medicina no investiga éste tipo de casos raros, por lo que el síndrome de Mune no tiene cura, tan sólo trabajar la fuerza de voluntad para que no se apoderen los deseos incontrolables de meterse en un garaje cuando la puerta se está cerrando.
Si crees que sufres el Síndrome de Mune, déjanos un comentario.