El solsticio de invierno es el momento del año en el que la noche es la más larga y el día más corto. Se celebra el 21 de diciembre cada año, y es el momento en el que el sol está más lejos del ecuador de la Tierra. Este es el día más corto en el hemisferio norte y el día más largo en el hemisferio sur. Se llama solsticio de invierno porque sucede durante el invierno en el hemisferio norte y durante el verano en el hemisferio sur. El solsticio de invierno es el comienzo de la estación de invierno en el hemisferio norte y el comienzo de verano en el hemisferio sur. Esto significa que a partir del solsticio de invierno, los días comienzan a hacerse más largos en el hemisferio norte y los días comienzan a hacerse más cortos en el hemisferio sur.
Durante el solsticio de invierno, los días son más cortos que la noche.
Esto significa que tardamos más en hacer cosas en el exterior.
La baja cantidad de luz del día nos lleva a tener menos energía, lo que a veces se conoce como el «blues del invierno». Está relacionado con un trastorno afectivo estacional llamado trastorno afectivo estacional (SAD, por sus siglas en inglés).
Muchas personas se han aprovechado de un solsticio de invierno para celebrar fiestas.
Los antiguos habían celebrado el solsticio de invierno como una forma de celebrar el inicio del nuevo ciclo de la naturaleza. Los druidas celtas celebraban los solsticios como una forma de celebrar el cambio de estación y pagar tributo a la diosa de la luna y el sol. En el hemisferio norte, hay algunas culturas que tienen la festividad de la Yule y el Navidad. Durante este tiempo, se celebraba la obtención de la luz del sol por parte de la humanidad y se agradecía por los dones de la naturaleza. Muchas de estas celebraciones involucraban a la adoración del fuego para celebrar la llegada del verano. Para celebrar el solsticio de invierno, la gente generalmente tendía fuegos para atraer la luz del sol y honraba los dones de la tierra. Muchas personas aprovechan el período para pasar tiempo con familia y amigos y descansar después de un largo año. La llegada del solsticio de invierno también supone el inicio de un nuevo ciclo de la naturaleza. Esta estación también traerá nueva sabiduría, esperanza y belleza, para que podamos celebrar el regreso a la luz cada año.