¿Qué es epilepsia? Una mirada profunda a una condición neurológica común
La epilepsia es una de las enfermedades neurológicas más prevalentes en todo el mundo, que afecta a personas de todas las edades y condiciones. Sin embargo, a pesar de su común aparición, aún existen muchos mitos y desinformación alrededor de esta condición. En este artículo, nosotros profundizaremos en qué es la epilepsia, sus causas, formas de diagnóstico y tratamiento, así como algunas consideraciones importantes para quienes conviven con esta condición.
Definición y características básicas de la epilepsia
Para entender mejor qué es la epilepsia, es fundamental partir desde una definición clara y sencilla. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la epilepsia es un trastorno del sistema nervioso central caracterizado por una predisposición duradera a generar crisis epilépticas y por las consecuencias neurobiológicas, cognitivas, psicológicas y sociales que esta condición conlleva.
¿Qué es una crisis epiléptica?
Las crisis epilépticas son episodios transitorios que ocurren cuando existe una actividad eléctrica anormal y excesiva en el cerebro. Esta descarga eléctrica anormal puede manifestarse de diferentes formas, incluyendo:
- Pérdida de conciencia parcial o total.
- Movimientos involuntarios, como convulsiones o espasmos musculares.
- Sensaciones atípicas, como hormigueos o alucinaciones.
- Comportamientos anormales o confusión temporal.
Es importante destacar que una sola crisis epiléptica no implica necesariamente que alguien tenga epilepsia. Para que el diagnóstico sea confirmado, generalmente se necesita un historial de al menos dos crisis no provocadas, aunque el enfoque diagnóstico puede variar según casos particulares.
Causas y factores desencadenantes de la epilepsia
La epilepsia puede originarse a partir de múltiples causas. En general, se clasifica en tres grandes categorías:
Epilepsia genética
Esta modalidad de epilepsia tiene un componente hereditario. No siempre es posible identificar una mutación genética específica, pero se sabe que ciertas variantes genéticas predisponen al individuo a desarrollar crisis epilépticas. Es más común en niños y jóvenes, y muchas veces responde bien al tratamiento.
Epilepsia estructural
Ocurre cuando existe un daño cerebral claro, ya sea por:
- Traumatismos craneoencefálicos.
- Accidentes cerebrovasculares.
- Tumores o malformaciones cerebrales.
- Infecciones cerebrales, como meningitis o encefalitis.
En estos casos, la lesión cerebral altera la actividad eléctrica normal y genera focos epilépticos en una zona específica del cerebro.
Epilepsia idiopática o desconocida
No se logra identificar una causa específica, ni genética ni estructural. Es uno de los tipos más difíciles de tratar porque el origen es incierto y se debe personalizar mucho el tratamiento.
Factores desencadenantes comunes
Aunque la epilepsia puede ocurrir sin razón aparente, existen factores que pueden provocar una crisis en una persona predispuesta:
- Estrés emocional intenso.
- Falta de sueño o fatiga extrema.
- Consumo de alcohol o drogas.
- Exposición a luces intermitentes (como en videojuegos o discotecas).
- Enfermedades febriles especialmente en niños.
Diagnóstico de la epilepsia: ¿cómo saber si alguien la padece?
El diagnóstico de la epilepsia puede ser un proceso complejo que requiere la evaluación de distintos especialistas y pruebas médicas. Nosotros resaltaremos los aspectos más relevantes que todo paciente y familiar debe conocer.
Valoración clínica detallada
El primer paso es una historia clínica exhaustiva donde se recogen datos sobre:
- Descripción completa de las crisis: duración, tipo de movimientos, pérdida de conciencia, antecedentes, etc.
- Antecedentes familiares de epilepsia o enfermedades neurológicas.
- Factores que preceden o desencadenan las crisis.
Este aspecto es fundamental porque ayuda a orientar el tipo de epilepsia y el tratamiento adecuado.
Pruebas complementarias
- Electroencefalograma (EEG): registra la actividad eléctrica cerebral y puede identificar patrones específicos de epilepsia.
- Tomografía computarizada (TC) o Resonancia magnética (RM): ayudan a detectar lesiones estructurales en el cerebro.
- Análisis de sangre: para descartar causas metabólicas o infecciosas.
En algunos casos, se pueden requerir pruebas más especializadas o incluso la hospitalización para un monitoreo más detallado.
Tratamientos y manejo de la epilepsia
Hoy en día, existen múltiples opciones disponibles para controlar la epilepsia y mejorar la calidad de vida del paciente. Nos enfocamos en las más utilizadas actualmente y en las recomendaciones generales.
Tratamiento farmacológico
Los medicamentos antiepilépticos son la piedra angular del tratamiento. Estos fármacos actúan modulando la actividad eléctrica del cerebro para prevenir las crisis. Existen diversos tipos, y el especialista selecciona el más adecuado según el tipo de epilepsia, edad, y perfil de efectos secundarios.
Es importante mencionar que, para muchos pacientes, con un uso riguroso y controlado, se logra una remisión completa o importante reducción de las crisis.
Intervenciones no farmacológicas
- Cirugía: en pacientes con epilepsia focal refractaria a medicamentos, se puede considerar la cirugía para remover el foco epiléptico.
- Dieta cetogénica: especialmente en niños, esta dieta alta en grasas y baja en carbohidratos ha demostrado reducir la frecuencia de las crisis en algunos casos.
- Estimulación nerviosa: técnicas como la estimulación del nervio vago son opciones complementarias en pacientes selectos.
Apoyo psicológico y social
La epilepsia no solo afecta desde el punto de vista físico, también impacta emocional y socialmente. Por ello, nosotros recomendamos acompañar el tratamiento con soporte psicológico para reducir ansiedad, depresión o aislamiento social.
Preguntas frecuentes sobre la epilepsia
¿La epilepsia se puede curar?
Actualmente, la epilepsia se puede controlar eficazmente en la mayoría de los casos mediante medicamentos y otras terapias. Sin embargo, la “curación” total depende de la causa subyacente y la respuesta al tratamiento. Algunos pacientes pueden dejar el tratamiento después de años sin crisis bajo supervisión médica.
¿Es peligroso presenciar una crisis epiléptica?
Ver a alguien teniendo una crisis puede ser impactante, pero generalmente las crisis son autolimitadas y no representan un riesgo inmediato de muerte. Lo aconsejable es mantener la calma, proteger a la persona de accidentes y llamar a emergencias si la crisis dura más de 5 minutos o si se presentan heridas.
¿Pueden las personas con epilepsia llevar una vida normal?
Sí. Con un diagnóstico temprano, tratamiento adecuado y cuidados, las personas con epilepsia pueden desarrollar actividades cotidianas, estudiar, trabajar y mantener relaciones sociales saludables.
En definitiva, la epilepsia es una condición que, aunque genera desafíos, no define el valor ni las capacidades de quien la padece. Con la información correcta y el acompañamiento profesional, es posible gestionar esta enfermedad de manera exitosa.
Nosotros esperamos que este artículo haya sido una herramienta útil para aclarar dudas e integrar conocimientos sólidos sobre la epilepsia, para promover una mayor comprensión y empatía por esta condición dentro de nuestra sociedad.


