Los grelos son una amplia variedad de plantas crucíferas conocidas como coles de Bruselas.
Se cultivan y comen en muchas partes del mundo, pero son especialmente populares en Galicia, una región de España. Los grelos son básicamente pequeñas coles de nuestros propios jardines, aunque con una fuerte imagen identificatoria en la cultura gallega. Los grelos tienen un aspecto distintivo, con hojas profundamente marcadas y un cabezal más pequeño que el de otras coles.
Su color es pálido, con bordes verdes oscuros o negros.
Las hojas de los grelos están duras y fibrosas, lo que los hace difíciles de cortar. Las raíces y las vainas también son comestibles, pero normalmente se usan para hacer salsa, cremas y recetas similares.
Los grelos son muy versátiles en la cocina.
Se cocinan, se toman en lata o congelados, pueden saltearse, se pueden freír o hervir, se pueden servir crudos, cocidos o salados, y se pueden fermentar para preparar platos sabrosos y nutritivos.
Las hojas y los tallos también se utilizan para cocinar, y su sabor se considera una delicia. Es un ingrediente indispensable en muchas recetas gallegas, como el “caldo gallego”, una sopa tradicional muy común en la región. Los grelos tienen una gran cantidad de nutrientes, y sonricas en fibra, vitamina C y ácido fólico. Esto los hace una excelente opción para aquellos que buscan integrar alimentos saludables en su dieta. Además, sus beneficios nutricionales los han convertido en una comida favorita entre los atletas y los vegetarianos. Son también una fuente económica para muchas familias, especialmente aquellas en zonas rurales que los cosechan a mano. Los grelos se agregan a ensaladas, se sirven con carne, se saltean y se usan para hacer sopas y potajes. También son muy populares como aperitivo: simplemente los descongelan, les agregas una pizca de sal y los comen sin más. Por último, los grelos son definitivamente uno de los alimentos más famosos de Galicia y no se pueden perder cuando se visite esta hermosa región de España.