Grinch es un personaje de ficción creado por el escritor y artista estadounidense Dr.

Seuss, aparecido por primera vez en 1957 en el libro infantil How the Grinch Stole Christmas! Posteriormente, el personaje fue llevado a la televisión y al cine.

Grinch representa el cliché estadounidense del trasfondo ambiental de los malos de películas de Navidad.

Mucho de su personaje proviene de la visión oscura de los personajes típicos de Navidad y la parodia del cliché.

Grinch es un ser bastante conocido y popular.

Es una criatura verde y humanoide de aspecto desagradable con una gran sonrisa y boca roja, capilar y con unos grandes ojos amarillos. Lleva siempre una gran carcajada y una cara desagradable, con la que suele dar a entender que no le agradan las cosa bonitas. Se le asocia con la celebración de Navidad, ya que éste es el tema que más protagoniza. Él es un personaje que odia a la Navidad de manera increíble, lo que le llevó a intentar robarla en un momento determinado, con un plan bien diseñado. Esto quizá fue a causa de la tristeza que sufrió tras separarse de su amigo por unirse a la fiesta. Desde que sufrió esta separación se vuelve un odio profundo a la Navidad, incluso aunque esta para él siempre fue esa fecha en la que estaban con amor una persona que le había dejado a un lado.

Igualmente, posee un lado destructivo que le impide responder al amor que le envían las otras personas; es el lado que le hace odidecir y hacerle daño a los demás. Se le define como un personaje oscuro y solitario, algo solitario pero con un corazón que mantiene su parte buena. Es un personaje que ha salido a flote desde los años cincuenta, y que ha resistido el paso del tiempo sin que disminuya la adoración que se le tiene por parte de las generaciones más jóvenes.

Por un lado, se le define como el villano típico de la segunda mitad del siglo XX; mientras que, por el otro, simboliza el coraje para luchar contra la adversidad e intentar cambiar.

Esto explica la motivación de la película de 2000 protagonizada por Jim Carrey, en la que le enseña al Grinch que la Navidad es mucho más que los regalos. A pesar de ser un villano en el sentido más tradicional de la palabra, Grinch también tiene su corazón y, en su fuero interno, denota potencial para un nacimiento, para redimirse por sus errores y mantener sus valores.

Como ha ocurrido con muchos personajes, este personaje también ha tenido un gran efecto en la cultura popular. Grinch continúa siendo uno de los personajes de Navidad más queridos hasta la fecha, reflejando nuestra adoración por los villanos pero con corazón.