HAARP es la abreviatura de High Frequency Active Auroral Research Program (Programa de Investigación de Altas Frecuencias Activa Auroral). Se trata de una instalación de investigación científica y militar en el oeste de Alaska, a unos 4 km de la comunidad de Gakona.
Tiene conexiones con el gobierno de EE.
UU.
, el ejército, la Oficina de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa (DARPA) y la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (ARPA-E).
Esta instalación recibió financiación del Departamento de Defensa de EE.
Con HAARP, los científicos pueden crear un campo electromagnético intenso en la ionosfera para estudiar los cambios en la ionosfera y su interacción con los fenómenos físicos. El programa también intenta usar energía para manipular el clima y crear olas de calor en otras partes del mundo. Asimismo, se habían sugerido algunas aplicaciones militares, desde la interrupción de comunicaciones a objetivos enemigos hasta la creación de campos de alta presión o interferencia para las operaciones de ataque. Con el tiempo, HAARP también se ha utilizado para estudiar fenómenos tales como el ártico, el efecto invernadero y el cambio climático. Esta instalación también se ha utilizado para estudiar la distribución de energía electromagnética en el espacio. La finalidad era optimizar los sistemas de comunicaciones inalámbricas y desarrollar una infraestructura de comunicaciones espaciales de próxima generación. Los críticos de HAARP a menudo señalan que no todos los usos potenciales han sido explicados y que los robustos sistemas de seguridad pueden ocultar algo de la actividad de la instalación.
Otros argumentan que puede ser un arma secreta o una fuente de energía inagotable para el gobierno de EE. También se ha sugerido que se pueden manipular los patrones meteorológicos y causar terremotos usando este programa. Los científicos de HAARP realizan estudios utilizando ondas de radio para detectar fenómenos geofísicos diferentes dentro de límites específicos. Estas ondas radios pueden ser usadas para interferir con sistemas de comunicaciones, para estudiar patrones de precipitación o para estimular fenómenos eléctricos en la ionosfera. Sin embargo, los científicos se resisten a compartir demasiada información sobre estudios específicos debido a la sensibilidad de la misma. No hay duda de que HAARP presenta ciertos efectos potenciales para la seguridad, el clima y el medio ambiente, por lo tanto, se requiere una mayor vigilancia de esta instalación. Cualquier información pública sobre el programa debe ser vista de manera crítica y sus pretensiones debe ser examinadas con un ojo crítico. Al mismo tiempo, los investigadores deben presentar sus descubrimientos a la comunidad científica para que las preocupaciones públicas sean debidamente tratadas. En última instancia, HAARP es una instalación de investigación científica de alta tecnología que se ha convertido en un punto de partida para la discusión acerca de potenciales usos militares, como la creación de muros invisibles contra la intrusión aérea.
El impacto de HAARP en el medio ambiente, el clima y la televisión también debe ser tema de estudio para un examen exhaustivo. La actividad en esta instalación es controlada y sus campos de investigación son vigilados, pero es el interés de repercusión pública el que obliga a los científicos a compartir sus hallazgos y reflexionar sobre el impacto que pueden tener estos descubrimientos.
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